Más de 250 personas se dieron cita en las distintas sedes donde se llevaron a cabo las actividades del viernes 10 al domingo 12 de agosto. La agenda continúa hasta el 26 del corriente mes.
Como para anticipar lo que los y las panelistas convocados/as hablarían luego frente a una platea colmada, dos mimos hicieron una representación con palabras impresas en cartulinas, términos ellos que expresaban la estigmatización sufrida del “diferente”.
Luego, ya dentro de la sala, se desplegó una performance realizada por la Comedia Municipal de Coronel Rosales.
A continuación, el discurso de apertura del evento estuvo a cargo de Sebastián Caldubehere, miembro fundador –junto a Marco Ferraro– del Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales (MODIS). Sebastián aclaró qué entienden por diversidad en general: «diversidad como riqueza de culturas, grupos étnicos, razas y sexualidades»; también la diferenció de la desigualdad, ya que «si bien todos somos diferentes, debemos ser iguales en el sentido de derechos humanos; diferentes, porque la diversidad es un hecho». Para terminar, subrayó: «No nos gusta la tolerancia porque eso implica un verticalismo donde el que tolera está en una posición superior. Creemos que el pilar fundamental de la diversidad es que todas las personas son únicas e irrepetibles, por eso la importancia de la palabra y de la otredad».
El panel de debate fue llamado “Diversidad cultural y sociedad”, y quien lo abrió fue Graciela Hernández, doctora en Historia, especialista en género, miembro del CONICET y de la asociación Autoconvocatoria – Mujeres (este último, otro de los grupos –junto con Entramadas y MODIS– organizadores del evento).
Hernández propuso realizar una reflexión acerca de las características de la diversidad cultural en los sectores populares de la ciudad de Bahía Blanca, para pensar el tema de la diversidad y las migraciones desde un anclaje empírico en un espacio acotado, en los barrios periféricos de la ciudad. De este modo, quiso hacer visible el lugar de las mujeres en estos procesos, centrándose en el género. En palabras de la doctora «Hemos focalizado el tema de las migraciones desde las comunidades indígenas y podemos asegurar que frecuentemente el destino ha sido la zona productora de frutas. Además, nos ha interesado especialmente estudiar las características del servicio doméstico desde el género».
Posteriormente, tomó la palabra Mirta Colángelo, educadora por el arte y narradora oral, quien comentó acerca de su experiencia laboral de once años en el Patronato de la infancia, donde se centró en habilitar «un encuentro con el arte a través de sostener, reconocer y mirar al otro en la riqueza de sus diferencias, facilitando un campo de comunicación placentero en el que estos pibes pudieran imaginar otros mundos posibles, donde soñaron y pudieron elaborar una construcción que los trascendió». Su objetivo fue «dar lugar a la oralidad en estos chicos silenciados por ser pobres (material y espiritualmente hablando)». Y concluyó: «Trabajar la educación por el arte es proponer una pausa reparadora y compensadora que le permita a los niños de cualquier condición social enfrentar mejor a su universo de reglas… Creo que esta es una tarea que solamente funciona si uno cree en ella, si uno no discrimina, si uno cree en la diversidad y la asume con absoluta convicción y pasión».
Para el cierre del panel, Alejandro Viedma, licenciado en Psicología y coordinador de grupos de reflexión, apuntó su mirada crítica hacia la vulneración histórica y cotidiana de los derechos humanos de las personas que integran las minorías sexuales: lesbianas, gays, bisexuales y trans. Viedma dijo: «Tras la marginación del grupo LGBT se edifica la anulación manifiesta del ser cívico, mediante el entrelazamiento de distintos factores sociales y culturales que sostienen y refuerzan actos de violencia, los cuales impactan negativamente en la subjetividad de quienes son flanco de ataques materiales y/o simbólicos. Así, se da una confluencia de cuestiones varias que se unen para cristalizar un sistema estigmatizador, cercenador, discriminador y eyector del “diferente”, donde gran parte de nuestra sociedad aún no acepta que su individualidad se halle inmersa en una realidad heterogénea».
Su disertación además giró en torno a la violencia de género, el patriarcado, el sexismo, la homofobia, entre otras cuestiones, y finalizó: «Un Estado estático no se corresponde con vidas personales y sociales cambiantes y dinámicas. La perspectiva de las identidades múltiples, ligada a una concepción de ciudadanía y derechos con un carácter histórico, es básica para una política que tenga en cuenta la diversidad de los grupos humanos que conforman una sociedad. Una política basada en una identidad exclusiva que se rija por principios anacrónicos se convierte en una sociedad no democrática que privilegia la homogeneización a la diversidad. Por lo anterior, la lucha contra la homofobia no cesa con la aceptación jurídica. El camino continúa por la educación, para un cambio real y masivo en la sociedad, introduciendo el debate en la arena pública, cosa que estamos haciendo hoy aquí».
El final de la jornada fue responsabilidad de un espectáculo teatral de creación colectiva, en donde actuaron María Moggia, Gastón Tormo, Bernardo Villafañe y Mercedes Jurado; la escenografía y técnica fue de Nadia Jurado y Luis Misis. La respetuosa y agradecida nutrida concurrencia dejó las instalaciones muy conforme.
El sábado 11, a las 18 hs en la Alianza Francesa, tuvo lugar el panel de debate “Discriminación / Capacidades diferentes / Personas conviviendo con VIH-SIDA”.
Para la oratoria se invitó a Karina Zukerman, miembro de la Asociación Integral Humanista del Discapacitado, Gustavo Palmas, miembro de la red Argentina de personas conviviendo con VIH/SIDA, quienes dieron sus testimonios personales y comentaron sobre su desenvolvimiento en el ámbito laboral. Para esta ocasión, también se contó con la participación de Alejandro Viedma, quien disertó sobre la (de)construcción de prejuicios y estereotipos respecto al “diferente”, e hizo uso de conceptos tales como violencia moral para terminar ilustrando algo de su experiencia con adolescentes dentro de las aulas. Por último, las y los asistentes no esperaron para hacer preguntas y comentarios a los integrantes del panel.
A las 22 hs., en un repleto Teatro Variette se presentó La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, con la adaptación y dirección de Elisardo Tunessi.
El domingo 12 fue el turno de la presentación del libro “Malena y el mar”, de Mariana Pessah, en Aduns, para celebrar un balance excelente respecto al primer fin de semana transcurrido más que diversamente en Bahía Blanca.
Un informe de Alejandro Viedma para AG Magazine