Post publicado en el blog boquitaspintadas el 29-04-11 por Verónica Dema, de lanacion.com
Parece increíble, pero a casi un año del debate por el matrimonio igualitario que en julio de 2010 se convirtió en ley, aún resulta necesario explicar por qué la homosexualidad no es una enfermedad, tal como lo manifiestan reiteradamente varios de los foristas que visitan este blog.
Para despejar dudas, el terapeuta Alejandro Viedma elaboró un documento explicativo que comparto con ustedes.
No a las “terapias reparativas”, por A. Viedma
Contextualizando la salud
En la Carta que Sigmund Freud escribió el 9 de abril de 1935 a la madre de un hijo homosexual (Carta a una madre americana), el padre del psicoanálisis expresaba: “La homosexualidad no es, desde luego, una ventaja, pero tampoco es nada de lo que uno deba avergonzarse, un vicio o una degradación, ni puede clasificarse como una enfermedad; nosotros la consideramos como una variante de la función sexual… Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como un crimen, y es también una crueldad.” Freud además señaló que el análisis a lo sumo vendría bien para devolverle la armonía a una persona si se sentía infeliz o neurótica, más allá de si era o no homosexual.
Por otra parte, en el año 1964 Lacan funda la Escuela Freudiana de París y –contrariamente a sus colegas de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA)- ofrece a los gays la posibilidad de ser psicoanalistas.
En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decide retirar, luego de un referéndum, la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.
El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) repite el hito de la APA, excluyendo la homosexualidad de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud.
El año pasado, 2010, la Universidad de Buenos Aires (UBA) se pronuncia a favor del matrimonio igualitario en la Argentina, al igual que otras facultades públicas del país e innumerables profesionales de la salud mental, personas de la ciencia, instituciones, etc.
Más recientemente, la Ley de salud mental, Ley 26657 , fue sancionada el 25-11-2010 y promulgada el 2-12-2010, y en su capítulo 2-artículo tercero dice, entre otras, que: “En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de:
c) Elección o identidad sexual”.
En Wikipedia hallamos: “Actualmente, la Asociación Norteamericana de Psicología (en una resolución con 125 votos a favor, y 4 en contra) condena estas terapias que intentan cambiar la orientación sexual de los pacientes, indicando que hay grandes probabilidades de que los pacientes sufran depresión y tendencias suicidas. Además, declaró que los psicólogos y demás terapeutas no deben decirles a sus clientes homosexuales que pueden convertirse en heterosexuales a través de terapia u otros tratamientos ya que no existe evidencia sólida de que esto sea posible.”
Es por lo anteriormente repasado que los que mantenemos y participamos semanalmente de este blog estamos en total desacuerdo con las llamadas “terapias de conversión”, que prometen “volver de la homosexualidad”, que una persona lesbiana o gay puede “eliminar o disminuir sus comportamientos y deseos homosexuales, recuperarse y vivir su vida como heterosexual”, y están muy relacionadas con el movimiento ex gay, el cual es explícitamente religioso. Estas supuestas terapias que intentan curar algo incurable porque no se trata (la orientación homosexual) de una patología, además de faltar a la idoneidad y a la ética desde el lado de la salud, instalan confusión en las personas desinformadas y son responsables de que esas personas sigan sin aceptar a sus seres LGBT cercanos y no tanto, lo cual deriva en la discriminación y el hostigamiento sistemáticos sufridos por las lesbianas, los gays, las y los bisexuales y las y los trans, sobre todo por familiares directos, empleadores y compañeros laborales, instituciones religiosas, educativas, de salud, etc.
Como antecedente de lo que venimos exponiendo y con el anhelo de que en nuestra nación Argentina se fijen penas para los que ofrecen estas “terapias”, rememoramos la sanción impuesta a la psicóloga brasileña Rozangela Justino, quien garantizaba una salida de la homosexualidad. Además, se denuncian estas prácticas en España y los efectos nocivos que ha sufrido, por ej., una persona por someterse a un “tratamiento” de este tenor por varios años.
Documentados sobre todo esto, sólo me resta aclarar que en este blog estamos a favor de la despatologización tanto de la homosexualidad como de la transexualidad. A riesgo de resultar reiterativos vuelvo a decir que moderaré mensajes que denoten homo-lesbo-bi-transfobia (no eliminarlos sería, de algún modo, avalarlos).
Link:
http://blogs.lanacion.com.ar/boquitas-pintadas/salud/terapias-reparativas-o-destructivas/