Columna del 20-9-11 en AGMagazine. info
Hace unos días he terminado de leer un maravilloso libro llamado Maricones eminentes Arenas, Lorca, Puig y yo, del escritor colombiano Jaime Manrique. Hoy quiero compartir algunas líneas de este texto con los lectores de AGMagazine.info y preguntarles algo…
“…Maricón es una palabra para connotar algo peyorativo; por extensión un maricón es una persona que no hay que tomar en serio, un objeto de risa. Sin excepción, maricón se usa como forma de desechar a un gay como un tipo de persona incompleta y sin valor.
Los tres escritores que conforman la mayor parte de este libro eran maricones: homosexuales cuyo destino era su orientación homosexual. (…) Ahora, volviendo la vista atrás, a medida que este libro llega a su fin, Puig, Arenas, Lorca, en virtud de las vidas que llevaron, de la naturaleza de sus logros y de la sustancial contribución que hicieron para alterar y expandir la conciencia de nuestra cultura, se me aparecen como lo exactamente opuesto a lo que se supone que debe ser y hacer un maricón. Puig, Arenas y Lorca, escogieron vivir vidas homosexuales y escribir obras homosexuales, cuando hacer eso era una transgresión increíble. Al hacer lo que hicieron, al mantenerse fieles a lo que eran, abrieron el camino a todos los homosexuales latinos que han seguido sus pasos. (…) En sus obras estos escritores (además de ser artistas de primera fila, innovadores supremos) no sólo hablaban de la opresión de los marginados sino que tuvieron los cojones que a muchos escritores heterosexuales les faltaban. Y así llegué al verdadero significado de Maricones eminentes –locas, patos, jotos- que alcanzaron la verdadera eminencia por la audacia llena de coraje de sus ejemplos. (…) Esencialmente Lorca, Puig y Arenas eran eso: disidentes, no gregarios; visionarios, no conformistas. Buscaron no aliarse con el estatus quo. Lo vieron como una fuerza de la que había que desconfiar porque entendieron que la originalidad y la verdadera osadía siempre inspiran un deseo de aplastar, de enjaular, de destruir.
Parece irónico que hombres cuyas vidas terminaron trágicamente aparezcan, al final, como vencedores, como unos de los ciudadanos con más talento de su tiempo. (…) Eran inflexibles respecto a sus creencias, y éstas estaban ligadas al destino de los que eran oprimidos y sufrían persecución en sus países. En definitiva eran escritores comprometidos que desafían la definición de lo que se supone que debe ser un maricón.
(…) Desde mi temprana infancia hasta hoy (…) mi vida ha sido una lucha por encontrar la dignidad de ser maricón. Es a Lorca, Puig y Arenas a quienes tengo que dar las gracias. Sus ejemplos han hecho mi camino menos incierto. Y es gracias a ellos, a lo que ellos consiguieron para mí para que yo no tuviera que autocensurarme, que puedo decir que, al escribir las últimas líneas de este libro, soy un ser humano realizado. Hoy día río. A menudo y con gusto. El mundo en el que vivo es de luz y no de oscuridad y quiero que este libro, aún de forma modesta, sea una inspiración para todos los maricones –y heterosexuales- que sueñan con ser hombres y mujeres capaces de enfrentarse a cualquier molino que se les ponga delante. Porque los maricones, tal como atestiguan las vidas reflejadas en este libro, pueden ser la gente más fiera.”
¿Y vos, estimado/a lector/a, a qué personas eligirías como verdaderos maricones/travas/tortas eminentes?
Fuente: Título original: Eminent maricones Arenas, Lorca, Puig, and Me. Jaime Manrique. Editorial Síntesis. Madrid, 2000. Cap. 6. Hoy día. Págs 195 a 199.