El pasado mes de setiembre de este 2011 se cumplieron los primeros dos años de vida de Puerta Abierta a la Diversidad. Esta Asociación Civil es el primer centro de jubilados y pensionados LGBT de Latinoamérica. Además, se cumplieron ya doce años del nacimiento de la ONG Puerta Abierta.
La apertura del primer centro de jubilados LGBT argentino y latinoamericano ha causado sensación en los medios de comunicación –locales y extranjeros- y en la sociedad en general básicamente porque por un lado para el imaginario popular los viejitos no tienen sexualidad y encima no son visibles siendo homosexuales y, por otro lado, socialmente se instaló un mito en el cual la vida sexual es exclusividad de los jóvenes. Pero eso no es lo que escuchamos/vemos semana tras semana en Puerta Abierta. Las personas adultas mayores –y también las jóvenes- arriban y continúan asistiendo a nuestra organización manifestando muchas necesidades y anhelos, entre los cuales aparecen reiterativamente las ganas de enamorarse, de ser deseadas y elegidas, de ser miradas, abrazadas, escuchadas, o de volver a estar en pareja y tener sexo, en fin… De vivir felices.
Los adultos mayores gays y lesbianas han recorrido sus vidas en décadas en las cuales se creaban y repartían muchas falacias alrededor de lo LGBT, falacias que hacían incorporar la culpa y por ende muchos se reprimieron, se inhibieron, se limitaron. En los grupos de reflexión que brindamos, los coordinadores de los espacios observamos esa incorporación de prejuicios sociales en la forma de pensar y expresarse de los participantes, no obstante ellos acuden también para poder derribar las creencias y los mitos erróneos que aún en la actualidad circulan sobre la homosexualidad, y así poder empezar a disfrutar de ellos mismos.
Una manera de mejorar sus vidas es dejando de estar solos. La soledad es uno de los sentimientos que más sufrimiento provoca a la población lésbica-gay de más de 65 años. Muchos de los que van llegando a -o pasan- los 70 años de vida ya son viudos/as, o casi sin familia, o “cuentan” con familiares que los expulsan, y sólo hallan lugares de excepción para poder conectarse con pares.
Los grupos de pertenencia para lesbianas y gays
Las mujeres y varones que asisten a Puerta Abierta nos manifiestan que es un sitio en donde pueden integrarse a un grupo de pertenencia sin tener que fingir su orientación homosexual. Haciendo redes en lo grupal allí no sienten miedo a que el otro los juzgue o que los deposite, como les pasa afuera y en el mejor de los casos, en geriátricos.
Aunque a varios de estos adultos mayores intentamos ayudarlos a salir del clóset, también comprendemos el terror que a veces les causa sentir que van a ser rechazados por los que los rodean, y no se trata de paranoia, tienen razones suficientes para alojar este temor ya que lamentablemente la discriminación sigue estando por de más presente, sobre todo entre las personas de generaciones anteriores.
Por otra parte, las lesbianas y los gays de la tercera edad sienten que no tienen lugar en un mundo que cada día apunta más a la juventud y la sobrevalora, por lo cual ellos se consideran doblemente descartados por no encajar en los estándares sociales actuales.
Como respuesta a estas problemáticas, hace años venimos organizando reuniones sociales semanales y grupos de reflexión (para mujeres, coordinado por la lic. Graciela Balestra y Silvina Tealdi y para varones, coordinado por el lic. Alejandro Viedma), donde concurren personas de 21 a 65 años o más, que se reúnen y comparten vivencias, enriqueciéndose mutuamente.
Hoy en día, a más de un año de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, sólo como excepción escuchamos que las lesbianas y los gays argentinos transitan este proceso de hablar de su homosexualidad en todos sus lugares cotidianos, siendo los ámbitos laboral y familiar los más obstaculizados.
Creemos en la energía positiva generada por lo grupal, en que cuando las personas nos unimos nos podemos hacer mucho bien unos a otros partiendo de la contención mutua, retroalimentándonos desde la inclusión y el sentirnos parte de algo, comunicándonos fluidamente; de hecho personas que llegan con depresión o angustia debido al aislamiento provocado por la indiferencia de los demás, logran en breve volver a conectarse con la vida, con sus deseos y fantasías, tejen amistades y muchas de ellas vuelven a enamorarse.
Entonces, que las arrugas y las canas no sean motivo de descarte sino marcas de los recorridos de la vida sobre la piel, el cabello, el cuerpo y la mente de las personas que suman y ganan en tiempo tanto como en experiencia, en sabiduría, en momentos lindos que incluyen el cuidarse amorosamente.
Es por lo mencionado precedentemente que nosotros decimos: “A la vejez, ¡salud!”.
Curso de voluntariado para jubilados
El jueves 6 de octubre en nuestra sede hemos empezado un curso de voluntariado para jubilados, donde ellos mismos aprenden a convertirse en agentes comunicadores en otros centros, para que todos juntos podamos luchar en contra de la discriminación. Además, por vez primera, para esto contamos con el apoyo del Ministerio de Desarrollo para becar a los que no pueden viajar por problemas económicos.
Para contactarse con Puerta Abierta:
Tel: 15-4470-9852
Foto by Alejandro Viedma, casamiento de Norma y Cachita.