Entre el 20 y 22 de septiembre se realizó en la Universidad Tecnológica Nacional el Segundo Foro Nacional contra toda forma de violencia y discriminación, donde activistas LGBT desplegaron distintos talleres.
Los y las profesionales de la salud de la institución Puerta Abierta prepararon siete charlas para debatir acerca de la diversidad sexual centrándose en la discriminación sufrida en el colectivo LGBT argentino.
El objetivo fue construir conjuntamente con los y las presentes un espacio de sensibilización para erradicar la violencia generada por falta de información, lo que cimenta estereotipos y prejuicios difíciles mas no imposibles de deconstruir.
Es por ello que el jueves 20 Inés Aristegui y el licenciado en psicología y coordinador de grupos de reflexión Alejandro Viedma disertaron sobre la violencia de género, primeramente reproducida y propiciada dentro de las familias y las aulas. Además, pusieron como ejemplos vivencias que cotidianamente transitan las personas LGBT casi permanentemente expuestas a la violencia moral, no tan percibida como la física, pero que también impacta negativamente en la subjetividad de los y las que son flanco de los ataques simbólicos y/o materiales.
También se intercambiaron -entre los y las interesados/as concurrentes- historias de vida en las cuales se sufre por (hetero) sexismo u homofobia para consensuar romper el silencio, esa violencia que actúa sin nombrar, pero que habilita relaciones de poder y subordinación fabricando jerarquías. De este modo, se explicitaron estrategias para la visibilización de estos aspectos dentro de los ámbitos educativo, laboral y en cualquiera que uno/a ocupe.
Después fue el turno de la lic. en Psicología Graciela Balestra, directora de Puerta Abierta, quien expuso un caso clínico para comentar que en muchas ocasiones también se genera violencia en la psicoterapia, porque lamentablemente no es poco habitual que la les/homo/transfobia sea parte de varios profesionales de la salud, cuestión agravada por los efectos producidos en los y las pacientes.
El sábado 22 concluyó este ciclo de reuniones con un taller sobre los derechos humanos violentados para las "minorías sexuales", iniciado por el activista Sebastián Caldubehere, integrante del Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales (MODIS) y quien viajó especialmente desde la ciudad de Bahía Blanca, donde reside. A las palabras de Caldubehere le siguieron las de Alejandro Viedma (trabajó la idea de salud de Freud para referirse a cuestiones generales recibidas en su experiencia laboral con gays) y un ejercicio práctico realizado por Graciela Balestra con los y las asistentes con el fin de construir un mundo no violento.
1 comentario:
Hola Ale!!
Me pareció importante que incluyamos en el foro de la no-violencia la violencia dirigida al colectivo LGBT.
Yo traté de hablar sobre lo que se vive acá en Bahía: en lo que respecta a la violencia al colectivo mencioné las expulsiones en boliches y pubs; en las escuelas (de todo el país) se vive por un lado una reproducción de estereotipos negativos hacia los homosexuales, es decir, en ellas los alumnos consideran a los homosexuales gays afeminados, futuros violadores, pervertidos y a las lesbianas machonas, camioneras, etc., y es por ello que la violencia en la escuela se manifiesta a través de una "homofobia comportamental" espresada principalmente en la burla, el rechazo social, la exclusión de los grupos de pares y de los grupos de amigos.
También Ale, como mencioné en el foro, persiste una "homofobia emocional", es decir, una serie de sentimientos negativos hacia los homosexuales, entre los que se destacan el miedo, el asco y el temor, lo cual me parece más violento que lo anterior.
Seguramente hay mucho por hacer.
Abrazos, Sebas.
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