El y él: historia de amor…

La periodista Verónica Dema trabaja en lanacion.com, y en su primera experiencia como bloggera inauguró un espacio gayfriendly “para que se puedan discutir temas sobre diversidad sexual, un tabú que empieza a dejar de serlo”, según escribe en su presentación. A continuación, una historia de amor entre dos varones, redactada especialmente para el blog Boquitas Pintadas.
Fuente y comentarios: http://blogs.lanacion.com.ar/boquitas-pintadas/uncategorized/el-y-al-historia-de-amor-en-el-divan/

Pablo y Ramón son dos casi treintañeros gays; como muchos, durante años estuvieron en busca de una pareja afín e intentaron de varias formas conocer a alguien… chat, boliches, citas a ciegas… no tuvieron suerte. En un momento, cada uno por su cuenta, decidió integrarse a un grupo de reflexión para varones gays y entonces, además de incorporar amigos nuevos a sus vidas, empezó la historia de amor que ahora relatan en primera persona. De esto hace ya tres años. El año que viene se casan y Alejandro, el terapeuta que coordina el grupo, será uno de los testigos de la boda.

Esta es la carta que enviaron ellos a “boquitas pintadas” para sintetizar su historia de amor…

PABLO Y RAMÓN

Año 2007. Llegamos cargando nuestras mochilas llenas de situaciones que se van dando en la vida. Muchas de estas, malas experiencias que nos van marcando la sensibilidad y nos tienen a la deriva en un mar que nos azota sin poder la mayoría de las veces defendernos y salir adelante; nos van encerrando en un callejón donde a veces las salidas están a nuestro alcance y no nos damos cuenta. Por diversos motivos: familiares, laborales, sentimentales, religiosos y hasta de aceptación propia de nuestra orientación sexual, nos acercamos a Puerta Abierta, tratando de encontrar las respuestas a cada incertidumbre. Nos ayudó mucho conocer al Psicólogo Alejandro Viedma, quien fue nuestro coordinador en el grupo de reflexión para varones gay que empezamos a frecuentar. Allí nos relacionamos con y como pares, personas tratando de buscarle la vuelta a las cosas que nos pasaban en ese momento.

Un día, como en tantas salidas y programas organizados por la gente del grupo, nos fuimos a bailar. Ahí, cada uno estaba en la suya; era una salida entre amigos, compañeros, que salían a divertirse un poco. Pero por esos mágicos giros que tiene la vida, el destino nos hizo maravillar con la energía que el ser de cada uno transmitía.

Luego de una noche de encuentro íntimo, poco a poco nos fuimos conociendo, sintiéndonos muy conectados, ya que “El Amor no espera”. Los días fueron pasando y al mes estábamos comprometidos llevando en nuestros cuellos una cadenita con la inicial del amado. Sí, parece un cuento.

Maravillosos momentos vivimos hasta el día de hoy, atravesando cada cosa que se nos cruzaba en el camino, y soñando lograr mucho más. Tres años ya cumplimos de esta, nuestra historia de AMOR. Hoy, más felices que nunca por la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario y por la aceptación de nuestras familias, el cual fue nuestro mayor desafío. Costó mucho, sufrimos bastante, pero todo tiene sus frutos: con familiares y amigos celebraremos pronto (marzo de 2011) nuestra unión matrimonial ante la ley.

Hoy, caminamos juntos por la vida, contando las cosas buenas (y las malas de las cuales hemos sacado nuestras experiencias) que tiene estar vivos, ayudando tal vez a otros, a no desesperar en las situaciones, a enfrentar los desafíos, a luchar por los sentimientos genuinos, a demostrar eso hermoso que tiene el ser humano para dar y recibir, EL AMOR. Nosotros nos permitimos vivir este amor que sentimos.

Gracias a quienes siempre nos ayudaron a salir adelante, a quienes estuvieron a nuestro lado, a quienes nos dieron sus palabras de aliento y de protección, al lic. Alejandro Viedma, a nuestros amigos y familiares, heteros o gays, hombres o mujeres.

En fin, chicos y chicas, no teman en pedir ayuda, en contar a alguien de confianza lo que les pasa, a acercarse a un grupo de pares, a salir del clóset que nos asfixia, a vivir con libertad sus deseos. Porque “soy lo que soy y no tengo que dar excusas por eso. A nadie hago mal, el sol sale igual para mí y para todos”, como canta Sandra.

Ramón y Pablo.