"Yo también sufrí bullying": fueron víctimas de chicos y tuvieron revancha de grandes

El drama del acoso escolar
"Me escribían insultos en las paredes". "Yo era la rara". "No podía pertenecer al grupo 'canchero'". "Mis compañeros me cargaban". Estos cuatro chicos volvían del colegio llorando. Fueron víctimas del bullying. Pero lograron superarlo y ahora cuentan cómo dejaron atrás ese fantasma para volverse exitosos en distintas áreas.

Clarín los entrevistó en la previa del Día Mundial contra el Bullying. El término significa “intimidación” o "acoso escolar" y se manifiesta con agresiones físicas, insultos o manipulación psicológica. Todo, dentro de un aula. El tema se reactualizó con el boom de la serie 13 Reasons Why, de Netflix, que cuenta el suicidio de una adolescente víctima de maltrato. Pero la realidad es que, aunque el bullying deja huellas, también se puede salir adelante.

Lejos de las cámaras, el consultorio es el ámbito del psicólogo Alejandro Viedma (43). Su historia arranca en sexto grado. "Me dejaban de lado, me elegían último para los juegos de equipos, no me invitaban a un cumpleaños, o no me integraban a las charlas entre varones", cuenta. Con el tiempo, la situación fue empeorando. "En la secundaria me decían insultos a mis espaldas como 'puto', 'trolo', 'maricón', combinado con mensajes escritos que me dejaban en mi carpeta o la pared del aula, como: 'Viedma se la come'. Recuerdo la vergüenza que me daba, borraba eso al instante", relata. Ese dolor lo ayudó a autosuperarse. Desde hace 14 años coordina grupos de reflexión para varones gays en Puerta Abierta, donde la mayoría de los asistentes sufrieron el llamado "bullying homofóbico".

"Me hacían burlas ridiculizando al afeminado que veían en mí. Pero jamás los `denuncié´. Me parecía que iba a ser peor o que se la agarrarían conmigo físicamente. Sentía miedo". Aquí el terapeuta Viedma posa 25 años después de haber cursado el último año del secundario.

¿Cómo salir adelante? "Los chicos no pueden salir solos del hostigamiento. Siempre deben intervenir los adultos: docentes, padres y directivos del colegio", sostiene Flavia Sinigagliesi, docente de psicopatología infantojuvenil de la Universidad de Palermo. "Que comiencen a tener amigos que estén de su lado", propone Viedma. "Que no se dejen llevar por las opiniones de quienes se jactan de ser superiores", sugiere Drago. "Que el deporte los ayude", continúa Dahlgren. "Que no les importe lo que les dicen", sintetiza Guinzburg. Porque el bullying deja heridas profundas y dolorosas. Pero que se puede salir, se puede. Y ellos están para contarlo.


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