Andrea Echeverri, de Aterciopelados, habló de rock, diversidad, Shakira y feminismos

La líder de esta banda icónica del rock alternativo colombiana habló días antes de presentarse en Buenos Aires. Por Verónica Dema para OHLALÁ!, 21 de enero de 2023.

 

Andrea, una rockera empoderada. PH: Juan Andrés Moreno


Andrea Echeverri, la voz líder del grupo colombiano Aterciopelados, la del Bolero falaz, tema que conocemos todos, llega de nuevo a Argentina. Dará un show en Buenos Aires el 5 de febrero próximo y, en las vísperas, conversamos con ella, una “florecita rockera” que es un símbolo de las mujeres empoderadas de nuestra época.  

 

De rock, feminismos, diversidades y hasta de Shakira habló Andrea, una cantante que admiramos por su potencia, su coherencia. Aterciopelados, la banda de rock alternativo que comanda junto al bajista Héctor Buitrago, ya celebra sus 30 años de arte. "Mi música es un ejercicio de encontrarse y construirse a uno mismo", dice en esta entrevista que da cuenta de los conceptos que la atraviesan como artista y como persona.


- ¿Cómo sentís que aportás con tu música al empoderamiento de mujeres y diversidades/disidencias?  

-Aterciopelados tiene un repertorio de empoderamiento femenino extenso. Hay canciones como “Cosita seria” o “Florecita rockera” que pueden ser los orígenes del mito (se ríe). Además, yo tengo mi disco solista “Ruiseñora” que está lleno de energía feminista, allí hay una canción que escribí, “Florence”, que está dedicada a Florence Thomas, que es una escritora y psicóloga colombofrancesa y mi canción está inspirada en su libro Conversaciones con Violeta: historia de una revolución inacabada. Y últimamente también tengo muchas canciones que hablan de desafiar al estereotipo, entonces desde Mira la esencia, no las apariencias (“El estuche”), pasando por otras más nuevas como “Cuerpo” o “Piernas” del disco “Claroscura”, hasta “Antidiva” de nuestro disco nuevo “Tropiplop”, creo que hay muchas canciones de poder femenino, por eso muchas chicas se dicen florecitas rockeras, ya es un clásico.   

Y eso es de lo que soy consciente, porque yo como mujer, cómo vivo, cómo percibo, me siento violentada. Por eso están esas tres canciones nuevas y antiviolación de ese proyecto hermoso que se llamó “Ovarios Calvarios”, mi exposición de cerámica conectada con las víctimas de violencia sexual y con el deseo de que esa realidad cambie.    

 

-¿La empatía con las diversidades, por qué creés que se da? 

-Muchos de mis fans son gays o lesbianas, no entiendo bien por qué, pero muchas personas me han dicho que nuestra honestidad, nuestro desapego por lo establecido hacen que de alguna manera simbolicemos una actitud de libertad, de búsqueda de identidad sin preconcepciones y prejuicios, sino más bien como un ejercicio de encontrarse y construirse a uno mismo.   

 

-¿Te sentís parte de una generación de músicas colombianas o tu encuentro artístico con otrxs no tiene tanto que ver con tu lugar de procedencia? 

-Las chicas de mi generación éramos muy pocas, sí estaba Julieta Venegas de México, con quien giré varias veces… Pero en los 90s la escena era muy masculina, tal vez a diferencia de Argentina, donde hubo más músicas, como María Gabriela Epumer. Ahora hay muchas más chicas y yo tengo conexión personal con algunas compatriotas como, por ejemplo, la Muchacha Isabel o Las Áñez.    

 

- Sobre el último tema de Shakira y lo que generó: ¿qué opinión tenés? 

-Yo de Shakira no me entero mucho, no estoy pendiente de las noticias, de lo que está de moda, aunque en la mesa la gente comenta y uno se entera, pero no estoy muy al tanto… Sí tengo un comentario en general, para mí personalmente parte de ser feminista siempre ha sido rechazar el estereotipo y el cuerpo patriarcal; parte de mi revolución y mi reivindicación es decir: ‘Yo no pertenezco a ese estereotipo, pero amo mi cuerpo’. Eso lo menciono muchas veces en muchas canciones y para mí es importante, pues me ponen muy nerviosa las chicas que danzan con poca ropa, nunca me gustaron y ahora menos. Desde siempre sentí que había que subirse a un escenario desde otro lugar y que aquello era parte del patriarcado, entonces para mí es muy difícil ahora que casi todo el mundo está en esa misma estética de la poca ropa. No voy con eso.    

 

-¿Hay inspiraciones y aspiraciones nuevas en tus nuevas canciones respecto de las de anteriores discos? 

-En nuestras composiciones nuevas hay muchos temas que ya habíamos tratado, que intentamos profundizar o que tengan una nueva óptica. Los temas son como lo que tú vas viviendo. Entonces, hay temas que nos acompañan desde el comienzo y temas nuevos, por ejemplo, yo en algún momento escribí No dañaré mi silueta con un bebé, y después tengo todo un disco (“Andrea Echeverri 1”) que habla de la llegada de mi primera hija. Así que la realidad misma te va llevando por otros caminos. Y tenemos canciones que a mí me encantan, porque son el retrato de lo que es mi sensibilidad y la de Héctor (Buitrago, su coequiper): de volvernos viejos, canciones que son ejemplo de nuevos temas, de derivados de lo que te va pasando en la vida, que es volverse viejo en esta sociedad hipersexualizada y joven. Además, tenemos una canción que se llama “Haters”, que habla de la tecnología, de las redes, de esos espacios anónimos, peligrosísimos, donde la gente es tóxica, critica y echa veneno. Por otro lado, en una parte “Disoñada” dice Soy un producto, estoy a la venta, que es una crítica a lo que se ha vuelto la música, de lo fácil que es conseguirla, de lo desechable que es, de lo difícil que es ahora, porque la gente tiene acceso a tanta música que ya casi ni la aprecia, eso es lo que yo siento. Otra canción del último disco es “Amo de casa”, está chévere porque habla con humor de las nuevas masculinidades, del hombre feminista, de la expansión del rol.   

 

-¿Cómo creés que se cruzan el rock y los feminismos? 

-El rock y los feminismos se cruzan en “Florecita rockera” (se ríe). Rock para mí nunca ha sido vestirse de negro o de cuero o un sonido fuerte, sino ser lo que yo soy y defender eso, defenderlo duro.    

 

-¿Cuál es la relación de Aterciopelados con Argentina? ¿Qué significa para vos volver a tocar en Buenos Aires?  

-Argentina para nosotros es muy especial. En particular, me nutrí mucho con el rock argentino, así que me siento muy cercana a la música de allá, tengo una conexión muy profunda musicalmente hablando, pues yo era muy fan de Soda y escuché mucho Cerati, Sui Géneris, Serú Girán, Charly, Baglietto, Spinetta, León Gieco… Y tengo amigos preciosos como Alejandro Viedma y Carolina Taborda, que llevan tanto tiempo acompañándote que se vuelven tus apoyos y tus razones, porque esta es una profesión difícil, llena de competencia y a veces que algunas personas te digan: “Vas bien, me gusta lo que haces, te quiero”, son cosas muy importantes y muy lindas. También hicimos en Buenos Aires el video increíble de nuestra versión aterciopelada de “En la ciudad de la furia”, con Agustín Núñez. También soy cercana a Kevin Johansen, me encanta su música y él como persona. Y ahora con lo de “Gracias Totales” de Soda, conocí una gente lindísima, como Richard Coleman o Benito Cerati. Además, hice una linda canción (“Pangolín”) con Manuel Onis. Así que estamos muy felices de volver por allá otra vez.   


Para tomar nota: Aterciopelados se presentará en Groove el domingo 5 de febrero, entradas en este link:   

https://www.passline.com/eventos/aterciopelados-en-groove 


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