2007-08-14 | Activismo | Exitoso primer fin de semana del Mes por la Diversidad en Bahía Blanca

Más de 250 personas se dieron cita en las distintas sedes donde se llevaron a cabo las actividades del viernes 10 al domingo 12 de agosto. La agenda continúa hasta el 26 del corriente mes.

Se acercaban las 20 hs. del viernes 10 y el hall del teatro El Tablado se poblaba de personas, banderas con los colores del arco iris, carteles con palabras escritas por los grupos feministas y lésbicos locales, mientras los y las asistentes podían disfrutar de la muestra fotográfica “Mujeres en movimiento”, de Mariana Pessah, argentina y llegada especialmente desde Porto Alegre, donde reside en la actualidad.












Como para anticipar lo que los y las panelistas convocados/as hablarían luego frente a una platea colmada, dos mimos hicieron una representación con palabras impresas en cartulinas, términos ellos que expresaban la estigmatización sufrida del “diferente”.

Luego, ya dentro de la sala, se desplegó una performance realizada por la Comedia Municipal de Coronel Rosales.

A continuación, el discurso de apertura del evento estuvo a cargo de Sebastián Caldubehere, miembro fundador –junto a Marco Ferraro– del Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales (MODIS). Sebastián aclaró qué entienden por diversidad en general: «diversidad como riqueza de culturas, grupos étnicos, razas y sexualidades»; también la diferenció de la desigualdad, ya que «si bien todos somos diferentes, debemos ser iguales en el sentido de derechos humanos; diferentes, porque la diversidad es un hecho». Para terminar, subrayó: «No nos gusta la tolerancia porque eso implica un verticalismo donde el que tolera está en una posición superior. Creemos que el pilar fundamental de la diversidad es que todas las personas son únicas e irrepetibles, por eso la importancia de la palabra y de la otredad».

El panel de debate fue llamado “Diversidad cultural y sociedad”, y quien lo abrió fue Graciela Hernández, doctora en Historia, especialista en género, miembro del CONICET y de la asociación Autoconvocatoria – Mujeres (este último, otro de los grupos –junto con Entramadas y MODIS– organizadores del evento).

Hernández propuso realizar una reflexión acerca de las características de la diversidad cultural en los sectores populares de la ciudad de Bahía Blanca, para pensar el tema de la diversidad y las migraciones desde un anclaje empírico en un espacio acotado, en los barrios periféricos de la ciudad. De este modo, quiso hacer visible el lugar de las mujeres en estos procesos, centrándose en el género. En palabras de la doctora «Hemos focalizado el tema de las migraciones desde las comunidades indígenas y podemos asegurar que frecuentemente el destino ha sido la zona productora de frutas. Además, nos ha interesado especialmente estudiar las características del servicio doméstico desde el género».

Posteriormente, tomó la palabra Mirta Colángelo, educadora por el arte y narradora oral, quien comentó acerca de su experiencia laboral de once años en el Patronato de la infancia, donde se centró en habilitar «un encuentro con el arte a través de sostener, reconocer y mirar al otro en la riqueza de sus diferencias, facilitando un campo de comunicación placentero en el que estos pibes pudieran imaginar otros mundos posibles, donde soñaron y pudieron elaborar una construcción que los trascendió». Su objetivo fue «dar lugar a la oralidad en estos chicos silenciados por ser pobres (material y espiritualmente hablando)». Y concluyó: «Trabajar la educación por el arte es proponer una pausa reparadora y compensadora que le permita a los niños de cualquier condición social enfrentar mejor a su universo de reglas… Creo que esta es una tarea que solamente funciona si uno cree en ella, si uno no discrimina, si uno cree en la diversidad y la asume con absoluta convicción y pasión».

Para el cierre del panel, Alejandro Viedma, licenciado en Psicología y coordinador de grupos de reflexión, apuntó su mirada crítica hacia la vulneración histórica y cotidiana de los derechos humanos de las personas que integran las minorías sexuales: lesbianas, gays, bisexuales y trans. Viedma dijo: «Tras la marginación del grupo LGBT se edifica la anulación manifiesta del ser cívico, mediante el entrelazamiento de distintos factores sociales y culturales que sostienen y refuerzan actos de violencia, los cuales impactan negativamente en la subjetividad de quienes son flanco de ataques materiales y/o simbólicos. Así, se da una confluencia de cuestiones varias que se unen para cristalizar un sistema estigmatizador, cercenador, discriminador y eyector del “diferente”, donde gran parte de nuestra sociedad aún no acepta que su individualidad se halle inmersa en una realidad heterogénea».

Su disertación además giró en torno a la violencia de género, el patriarcado, el sexismo, la homofobia, entre otras cuestiones, y finalizó: «Un Estado estático no se corresponde con vidas personales y sociales cambiantes y dinámicas. La perspectiva de las identidades múltiples, ligada a una concepción de ciudadanía y derechos con un carácter histórico, es básica para una política que tenga en cuenta la diversidad de los grupos humanos que conforman una sociedad. Una política basada en una identidad exclusiva que se rija por principios anacrónicos se convierte en una sociedad no democrática que privilegia la homogeneización a la diversidad. Por lo anterior, la lucha contra la homofobia no cesa con la aceptación jurídica. El camino continúa por la educación, para un cambio real y masivo en la sociedad, introduciendo el debate en la arena pública, cosa que estamos haciendo hoy aquí».

El final de la jornada fue responsabilidad de un espectáculo teatral de creación colectiva, en donde actuaron María Moggia, Gastón Tormo, Bernardo Villafañe y Mercedes Jurado; la escenografía y técnica fue de Nadia Jurado y Luis Misis. La respetuosa y agradecida nutrida concurrencia dejó las instalaciones muy conforme.

El sábado 11, a las 18 hs en la Alianza Francesa, tuvo lugar el panel de debate
“Discriminación / Capacidades diferentes / Personas conviviendo con VIH-SIDA”.

Para la oratoria se invitó a Karina Zukerman, miembro de la Asociación Integral Humanista del Discapacitado, Gustavo Palmas, miembro de la red Argentina de personas conviviendo con VIH/SIDA, quienes dieron sus testimonios personales y comentaron sobre su desenvolvimiento en el ámbito laboral. Para esta ocasión, también se contó con la participación de Alejandro Viedma, quien disertó sobre la (de)construcción de prejuicios y estereotipos respecto al “diferente”, e hizo uso de conceptos tales como violencia moral para terminar ilustrando algo de su experiencia con adolescentes dentro de las aulas. Por último, las y los asistentes no esperaron para hacer preguntas y comentarios a los integrantes del panel.

A las 22 hs., en un repleto Teatro Variette se presentó La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, con la adaptación y dirección de Elisardo Tunessi.

El domingo 12 fue el turno de la presentación del libro “Malena y el mar”, de Mariana Pessah, en Aduns, para celebrar un balance excelente respecto al primer fin de semana transcurrido más que diversamente en Bahía Blanca.

Un informe de Alejandro Viedma para AG Magazine

Cómo se vive la "primera vez" de una relación homosexual

Miércoles 25 de Julio de 2007 19:35 minutouno

  • Miedo, culpa y desinformación son algunos de los sentimientos de quienes además de enfrentar una situación novedosa tienen el plus de la carga "del afuera".
  • Especialistas en el tema debaten al respecto.
Suele decirse que toda primera vez es poco placentera y no sólo por cuestiones físicas, sino también por los miedos, los nervios y las novedades a enfrentar. Pero un primer encuentro sexual con alguien del mismo sexo tiene la carga extra de los prejuicios externos. Cómo se vive, a quién contarlo, a quién preguntarle…

“Yo sabía que era gay y quería hacerlo pero no me animé, tuve miedo. No había tenido chances de preguntarle a nadie y no tenía información. Me encontré en una situación extraña y sin saber qué hacer”, contó Marcelo (34) respecto de su primer encuentro sexual trunco debido a un inesperado llamado que aplacó la situación que estaba por darse e hizo que el miedo se adueñara de él hasta paralizarlo.

Para María Rachid, fundadora de la organización lésbica "La Fulana", un encuentro sexual homosexual “se vive generalmente con mucha culpa y miedo porque no hay modelos establecidos ni referentes para saber cómo hay que actuar. Por el contrario, todo lo que hay son mensajes negativos que lo asocian con la enfermedad y la culpa. Entonces pese a que el placer y la búsqueda de la identidad superan lo anterior, el miedo y la culpa persisten haciendo que se viva con más temor que en una relación heterosexual”.

“Mi mayor miedo fue el riesgo de contagiarme algo porque no lo conocía mucho. Sin embargo, no dudé al momento de hacerlo. Creo que me arriesgué demasiado, pero no me arrepiento. A los pocos meses dejé de verlo, lo que me sorprendió. Pero supongo que las cosas en general, en el 'ambiente', son así”, confesó Sebastián (19).

Por su parte, Luis De Gracia, coordinador del grupo de jóvenes de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), coincidió con Rachid y agregó que “pesa mucho el miedo de estar haciendo algo incorrecto. Lo que a su vez depende de la familia en la que se haya criado y los valores de la misma”.

El psicoanalista Alejandro Viedma aclaró que “si bien toda primera relación sexual es traumática, la culpa que se pone en juego en la homosexualidad le agrega un plus a esos miedos naturales. Los mandatos sociales, además, hacen que se viva un poco más en silencio ya que el miedo al prejuicio y al qué dirán son muy fuertes. Y eso genera angustia”.

Todo en la Biblia de la nueva generación

En estos casos, es común que la amiga experimentada no esté tan cerca como para evacuar todas las dudas acerca de la iniciación sexual. Sin embargo, la curiosidad y la necesidad de saber e informarse, o simplemente contarlo, persisten y hay que buscar el modo para hallar respuestas.

La opción por excelencia parece ser Internet: “Es el ámbito más utilizado de consulta. Además hay boliches y lugares de citas gay. Si bien todavía no está del todo sociabilizado hay avances. Y eso hace que no sea tan vergonzante ser gay. Cuando yo empecé había que preguntarle al maricón experimentado. Y había que dar con alguno, que era lo más difícil”, sostuvo el presidente de la CHA Cesar Cigliuti.

“Cuando me di cuenta de mi sexualidad empecé a buscar en la red. Ahí me hice amigo de un grupo de chicos gay y comencé a juntarme con ellos. Eso me dio la posibilidad de, antes que nada, poder hablar sin miedo. Y después, de intercambiar experiencias”, contó Ignacio (22).

Lo cierto es que “en general los amigos de siempre y la familia no sirven como confidentes, por eso se buscan alternativas. Muchos se acercan a lugares de encuentros de gays y lesbianas. O bien a organizaciones para poder hablar de ello y crear vínculos”, contó Rachid.

“Hoy mis familiares y amigos saben que soy lesbiana pero en su momento no tenía a quién recurrir. No encontraba contención y no me animaba a hablarlo con mis amigas. Pero la vida te va llevando y terminé en un grupo de gays y lesbianas que me dio esa seguridad que necesitaba”, contó Jessica (32).

Sin embargo, la fundadora de "La Fulana" explicó que “las organizaciones suelen trabajar a pulmón. No hay un 0-800 del Gobierno como para otros casos de vulnerabilidad y por eso es muy difícil acceder. Existe el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) pero a veces las personas tienen vergüenza de exponer allí lo que necesitan porque no saben quién los va a atender y tienen miedo a la marginación y exclusión. Entonces las organizaciones les resultan más amigables”.

“En ocasiones cuentan la experiencia a su grupo de amigos pero cambiando el sexo de su acompañante hasta que pueden elaborar la salida del closet con el fin de hablarlo. Lo cierto es que no hay mucha información y eso hace que un poco uno vaya configurando las cosas a medida que van pasando”, explicó De Gracia.

Sin embargo, hay quienes lograron romper los moldes de una sociedad que si bien avanza contra la xenofobia, lo hace a ritmo lento. Es el caso de Sebastián quien “sobre consejos y demás siempre recurrí a mis amigos, tanto a los gays como a mis amigos y amigas del colegio, ya que varios de ellos sabían de mi condición. Y además teníamos una comunicación muy fluida. Demasiado fluida, diría yo, respecto del tema”.

2007-07-08 | Columnas | Sobre lo LGBT... «¿Lo qué?»

Por ALEJANDRO VIEDMA | Cuatro letras. Una sigla –a veces– imposible de pronunciar, de verbalizarla por sí misma, por estar compuesta por cuatro consonantes. ¿Será por eso de que cuesta hablar de las minorías sexuales, de sexualidad en general? ¿O justamente para brindarle un estatuto único, primordial e individual a cada letra, que representa en sí misma una palabra?

LGBT: cuatro palabras: Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans; cada una de ellas designa una (id)entidad propia, una determinada subjetividad que se forja en vidas, historias, ideas, sueños, devenires, desenvolvimientos, factores, modos de estar y ser diversos e irrepetibles.

Para priorizar la recuperación y el respeto por la diferencia (sin dejar de lado los puntos de encuentro) propongo hacer un breve recorrido por lo que se entiende de cada uno de estos cuerpos simbólicos. Sigamos, pues, letra por letra, palabra por palabra, punto por punto.

LESBIANAS

De Lesbos, antiguo nombre de la isla griega de Mitilene; comenzó a significar "homosexual" por Safo. A fines del siglo XX se convirtió en término médico para diagnosticar a "las mujeres con la misma orientación sexual que la poetisa". Luego fue adoptado por las mujeres homosexuales como signo de género, identidad y diferencia sexual; muchas mujeres lo prefieren a "gays" para diferenciarse de los varones homosexuales.

Entonces, las lesbianas son aquellas mujeres que tienen una variedad y serie de relaciones sentimentales/ pasionales/ sexuales con otras mujeres.

GAYS

La traducción al español de la palabra gay es alegre. También se refiere a personas atraídas sexualmente por gente de su mismo sexo, homosexuales, espacialmente varones.

En 1869, el médico húngaro Karoly Maria Benkert acuñó la palabra "homosexual". Luego, Richard von Krafft-Ebbing hizo adoptarla para diagnosticar patología mental.
A fines de los 60`s, el Movimiento de Liberación Gay proclamó este vocablo para oponerlo al término "homosexual" por tener, este último, connotaciones médicas y psiquiátricas; así, la actitud política del grupo fue generar un espacio social para las minorías sexuales de EE.UU. y Europa. Ese liderazgo nuevo ayudó a otros grupos radicales (el Black Power, las feministas, los estudiantes).

Su ideología inaugura una política de confrontación y visibilidad con el lema "Out of the closet and into the streets" (salir del armario/placard/encierro y volcarse a las calles).

Gay es utilizado desde que los homosexuales empezaron a reunirse y organizarse. Esta lucha logró que la homosexualidad fuera sacada de la lista de enfermedades de la Asociación de Psiquiatría Americana (APA) en 1973 y de la Organización Mundial de Salud (OMS) en 1980.

BISEXUALES

Son aquellas personas que alternan las prácticas sexo-afectivas homosexuales con las heterosexuales.

LA LETRA T

Últimamente se está utilizando la letra T para agrupar a las personas TRANSgénero: aquellas y aquellos cuya expresión o identidad de género difiere de las expectativas convencionales del sexo físico (travestis, transexuales, intersexuales).

TRAVESTIS. Son las personas que usan ropa y/o maquillaje del sexo opuesto con el fin de expresar su propia identidad. Puede tratarse de mujeres que visten como hombres tanto de hombres que visten como mujeres. Su orientación sexual puede ser hetero u homosexual, pero generalmente no reniegan de sus genitales.

TRANSEXUALES. Son personas que, en la mayoría de los casos, sienten que nacieron con el sexo equivocado, ya sean preoperadas/os ("trans" deviene de "tránsito", "haciendo camino"), posoperadas/os (aquellas/os que llevaron adelante su demanda del derecho a modificar su cuerpo a su voluntad; allí el "trans-curso" deja de ser) o no operadas/os.
Así, los/las transexuales son:
• personas que se sienten del otro sexo y adoptan sus atuendos y comportamientos (sin necesariamente haber pasado por la operación de cambio de sexo) en busca de una identidad acorde con sus sentimientos y deseos y/o
• personas que mediante tratamiento hormonal e intervención quirúrgica adquieren los caracteres sexuales del sexo opuesto.

INTERSEXUALES. Personas que poseen, en grados variables, caracteres sexuales de ambos sexos (varón y mujer), por lo cual los recién nacidos muestran una ambigüedad genital. En el pasado se los llamó "hermafroditas".
La política de los militantes intersexuales es detener/criticar la práctica médica de aplicar cirugía "correctiva" -cuyas consecuencias pueden ser problemáticas o riesgosas- inmediata a los/as niños/as nacidos/as con genitales ambiguos y favorecer, en cambio, procesos centralizados en el tratamiento psicológico para los/las pacientes y sus familiares y/o personas más cercanas. El movimiento político de intersexuales reivindica el derecho a elegir la propia identidad y el propio cuerpo.


La sigla LGBT EN LA ACTUALIDAD


En los últimos años, las letras LGBT se están usando para referirse al colectivo que incluye a las minorías sexuales o "comunidad gay" (hablando genéricamente) y para tratar el conjunto de temas en torno al activismo, las organizaciones, el contenido político con nuevos discursos y estudios, la visibilidad, la lucha por la igualdad de derechos, la participación, la reflexión sobre lo grupal por parte de estas voces que se niegan a someterse a un mundo heterosexista. Las personas LGBT se sitúan en el lugar del "querer ser" LGBT más allá de las vicisitudes (prohibiciones, trabas, "ciencias", religiones, represiones, opresiones, discriminaciones, censuras, supuestos "moralistas" en contra, etc.) del contexto. Para festejar lo diverso en contraposición a los binomios exclusivos establecidos (hombre/mujer; masculino/femenino; activo/pasivo; etc.).

Y más que celebrar, bregar por el derecho a ser reconocidas y reconocidos (en la relación que se establece con el otro) en la diferencia, lejos del mandato del "deber ser" cristiano y occidental, ya que el desconocimiento de la diversidad -humana, englobadora de lo sexual, lo cultural, etc.- es una política de desvalorización y agresión que influye, por ejemplo, en una pérdida de autoestima de los sujetos sometidos a cualquier tipo de violencia ejercida por otros/as que se instituyen en una posición de poder.

Por eso, toda conquista tendrá como punto de partida hacer fuerza para que se deje de detentar una "verdad", ciertos patrones uniformes, donde las cosas tienen que ser de una manera dictada autoritariamente.

En este sentido, la antropóloga peruana Leonor Cisneros dijo (en una entrevista brindada al suplemento "Las/12" del diario Página 12, el 17-09-04), mientras comentaba acerca de sus compatriotas y demás latinoamericanos/as que forman parte de los movimientos de reivindicación de la mujer, de los grupos indígenas o de las expresiones culturales particulares -y yo sumo allí a los grupos LGBT-:
«Ser diferente es estar permanentemente teniendo capacidad de dar respuesta desde nuestra diferencia. Entonces, ¿por qué tenemos esa voluntad de decir "qué parecidos somos"? ¡Mentira! Somos muy distintos, y en esa diferencia es que tenemos que encontrar nuestra esencia, que no nos hace ni mejor ni peor: nos permite encontrarnos con nosotros. La relación con el otro es siempre una relación que tiene que partir de reivindicar lo que uno es, no como carente sino como portador de una visión, de una identidad propia, que siempre está en diálogo con lo que sucede afuera».
Sabio discurso.

Ahora y finalizando, auguro un porvenir sin letras diferenciadoras, sin símbolos exclusivos de subgrupos, sin marchas en defensa de libertades.

¡¿Qué?! ¡Viedma! ¿Te volviste loco? ¿Tanta lucha tirada por la borda? ¿Me contradigo? No. El objetivo de describir un poco aquellas letras nació de notar que mucha gente (inclusive dentro de las minorías sexuales) desconoce el significado de las mismas, pero ellas abarcan tanta significación como subjetividades existan.

La lucha en nuestros días sigue teniendo razón de ser porque parece que la inclusión en la sociedad de las personas LGBT, que el "pertenecer" sólo es posible dentro de un sistema exitista, consumista, de modas, homogeneizador y por ende negador de diferencias. Cuestiones que provocan el estancamiento de las personalidades, el aplastamiento de subjetividades, la extinción de deseos.

A lo anterior opongo una deconstrucción de los sentidos cerrados/abrochados que generan que no se pueda salir de una regla incuestionada, apuesto a la caída de los dogmas, expreso el deseo de un despegue de etiquetas, deseo de des-rotular, es decir... ¡basta de señalar o considerar a los seres humanos sólo por su identidad u orientación sexual!

Esta deconstrucción también debe hacerse desde la gente LGBT para no cristalizarse en estas cuatro letras o significados no lábiles. Si bien en un primer momento esto pudo y puede servir a la lucha, la educación y la visibilidad, luego también deberían fundirse en la diversidad. De lo contrario el "pertenecer" se convertirá en un comportamiento estanco, generalizador y normativizador. A esto me refería con el contexto obligado de consumismo y las modas "cool" (cuyo único objetivo es el armado de guetos, de "cruceros gays", de negocios exclusivos para adinerados/as gays y lesbianas, etc.).

Ser LGBT puede significar muchas cosas (muy del orden de lo imaginario), aunque puede aplastar la dimensión subjetiva si no se decide dar un paso al costado de lo inmóvil, de lo fijo.

La única manera que encuentro para que esto último suceda (correrse de lo inmovible) es pensar en las identidades en un plano más amplio que lo estrictamente biológico; en este sentido, creo que la noción de género postula la construcción social que implica el ser heterosexual o LGBT y sólo pudiendo visualizar dicha construcción es posible preguntarse por qué determinadas "opciones" de identidad sexual son más estigmatizadas que otras, cuál establece la normativa "oficial" y qué tipo de relaciones se tejen entre aquellas y aquellos que están afuera de la sexualidad hegemónica
que apunta al matrimonio heterosexual, monogámico y con fin reproductivo.

De esta forma me despido por un ratito, con el anhelo de recibir de los lectores
Comentarios, propuestas, preguntas o críticas para seguir pensando conjuntamente sobre lo que nos atraviesa como humanos.

Jueves 28 de junio de 2007 - Día Internacional del Orgullo LGBTI

Marcha del Orgullo - Buenos Aires 2006

El 28 de Junio de 1969, en el bar "Stonewall Inn" del barrio de Greenwich Village en New York, donde asistían Gays, Lesbianas, Travestis, Transexuales, Transgéneros y Bisexuales, la policía sin orden judicial, allanó el lugar. Tres días de revueltas LGTTBI se sucedieron y la policía, finalmente, tuvo que retroceder. Un año después, unas diez mil personas se congregaron frente a las puertas del bar. Anualmente a partir de 1985 se realizan actividades bajo el nombre de Día del Orgullo que recuerdan esa fecha.

Por ANRed - Sur

Hace 38 años sucedió lo que se conoce como la revuelta de Stonewall, cuando un grupo de lesbianas, gays y travestis se organizaron para resistir una "razzia" policial durante varios días en un pub de Nueva York.  
Este hecho fue el puntapié de toda una oleada de luchas en que las minorías sexuales salieron masivamente a las calles y se organizaron uniéndose al conjunto de las luchas para cambiar de raíz este sistema de explotación y opresión.
 
Coming out o asumirse como gay o lesbiana. Orgullosa salida del clóset, Por Lic. Alejandro Viedma
 
Cuando me viene la imagen de un placard, comienzo a pensar en cómo fue armado, construido y luego mantenido o no. Lo primero en que caigo en cuenta es que es fabricado por otro(s) y uno decide comprarlo o no, usarlo o no.
 
Esa persona que lo hizo es la que encajó a su antojo cada madera, cada pieza, cada cajón, cada clavo en ciertos lugares donde no podían entrar otros elementos. Así se estructura algo no-móvil; útil para guardar cosas (como un depósito), pero no para que las mismas se deslicen por otras habitaciones de la vivienda donde se instale el mueble.
 
Analógicamente, un ser humano puede "comprar" su propio clóset a alguien que se lo ofrezca o se lo imponga, o construirlo en función de lo que necesita del exterior; en este caso, ya no se apropia únicamente de lo que armó otro desde el afuera, sino que se va configurando un espacio funcional entre lo que viene de lo externo a él y lo que se necesita desde el interior. Es decir, si bien caen mandatos preimpuestos o modelos a seguir del afuera teledirigidos a cualquier persona, es uno el que toma, re-moldea, re-construye, termina de apropiarse de estas características sociales que coaccionan y hacen las veces del material que se precisa para fabricar el placard o el espacio propio, y son las pautas que determinan dónde van las cosas para que no anden pululando por allí. Esto lleva a comparar el clóset con la represión (de lo que no puede nacer o terminarse de manifestar como deseo singular) que habita en alguien que se comporta únicamente según las reglas sociales arbitrarias y no cuestionadas.
 
De esta manera, un sujeto adquiere un esquema que le sirve para lo cotidiano, pero que se torna peligroso si permanece en ese firme aunque estático espacio. Allí es donde él o ella puede querer desparramar estas características de fijeza hacia otros aspectos de su vida, y en el extremo negativo, puede hasta usar ese mueble como escondite, como imagen y realidad contenedora, pero no por eso menos aislante. No obstante, no hay que condenar a esa persona. Por algo se está en un clóset; seguramente se vivencia el afuera como amenazador. El no terminar de asumirse, presentarse, vivir y amar como gay, en cierto sentido hace que dicha persona "se ponga" un manto o finja una vida heterosexual que lo arropa, lo cubre, lo tapa en ocasiones donde le sería complicado transitar si desplegara del todo este tipo de sexualidad contraria a la hegemónica.
 
No critico a priori ningún tipo de espacio o medio para llegar a "algo", pero me preocupa cómo, a veces, algunos gays deciden seguir atrincherándose detrás de determinadas defensas en lugar de usar llaves para abrir puertas (a cruzar).
 
Pienso que, en el encerrarse, lo que se interioriza desde el exterior es la fantasía de pérdida de amor por no seguir con lo que fue (y sigue siendo) transmitido por otros. Una educación que en una primera instancia se presenta como inmodificable, inviolable, incuestionable y que se cerca con alambrados que hacen muy difícil poder traspasarlos. Ahí me acuerdo del film "Brokeback Mountain" (Secreto en la montaña) en el cual, por el contexto socio-cultural-histórico-geográfico mostrado en dicha película el amor entre dos varones no puede llevarse a cabo (libremente). Por este motivo, esa relación sólo se concreta en los límites de lo inhóspito: cuando uno de los dos personajes muere, el otro va a "buscarlo" y revive ese amor prohibido en un clóset y la escena se plasma en una camisa (que usaba el amante ahora muerto) a la que cuida y mantiene dentro de aquel armario.
 
Por el contrario, y relacionando estas temáticas con el orgullo, me parece que…
 
La persona que se asume como gay, permitiéndose vivir su sexualidad y su vida sin pedir licencia a nadie, es un ser en movimiento. Es un sujeto activo que decide responder por su deseo, hacerse responsable por esa elección de trans-ferir palabra, de poner el cuerpo, de comprometerse, de no reprimir sentimientos, pensamientos, gestos antes amoldados a lo que un "otro" quería escuchar, ver, com-partir.
 
Partir de un claustro, que puede tomar la forma de un mueble (ropero), de una celda, de un táper y transformar esos objetos, esas zonas oscuras y aisladas en baldíos (pero iluminados) a sembrar, explorar, hacer crecer, cuidar y descuidar, dañar, zanjar, amar, pintar, teñir, darle un estilo propio es moverse y activarse.
 
Activarse es creación. Algo novedoso, poderoso, estimulante irrumpe donde la quietud, lo rutinario, lo falto de singularidad marcaban un apaisado clima, un mar sin mareas, unas arenas sin huellas.
 
Huellas personales quedan marcadas cada vez que un sujeto habla del tema. Es necesario ponerle nombre a las situaciones en que esas brisas deslizantes marcan un despertar. Decir y desenvolverse como gay es despertarse al mundo, es apartarse de lo acordado, es ir contra la corriente general porque ya no se puede obviar el rumbo personal, particular, individual; es puntualizar un discurso, es marcar un terreno propio.
 
Propio se vuelve, así, ese estilo antes mencionado. ¿Y por qué y/o para qué mencionar, aludir o esclarecer al afuera que uno es gay? Mucha gente pregunta: “¿Por qué la necesidad de contarlo?”, o expresa: "Yo no voy por la calle con un cartelito que diga que soy heterosexual"; o: "Eso es algo privado".
 
Privado es cómo uno puede o quiere capitalizar su deseo, su pasión, sus caricias, su manera de coger, su intimidad con un compañero o compañera y/o con uno/a mismo/a. Exclamar, necesitar contar que uno es gay o una es lesbiana es dotar de valor, es llenar de brillo un aspecto que antes, en la mayoría de los casos, estuvo sesgado por tantas cosas que venían de otros ámbitos: tantos dedos acusadores, tantos límites (pre)impuestos, tantos dardos silenciadores, tantas tapadas de boca, tantas exigencias de negaciones.
 
Negaciones que cesan con (auto) afirmaciones, puesto que cuando una persona se asume públicamente (no es preciso ir a los medios de comunicación para visibilizarse, aunque no contribuye mucho seguir midiéndose en las declaraciones o manifestaciones de la propia sexualidad) se auto-afirma como ser humano. Empieza a hacer rodar una bola que se agiganta en su recorrido. Hace movilizar frases, motivaciones, palabras que portan libido.
 
Libido: ¡qué difícil es explicar conceptos tan grossos! Tal vez no se trate de explicitar; de última, cada uno puede investigar, si le interesa, qué querrá decir cada término. Quizá la apuesta más jugada consista en hacerle caso a esa energía, no detener su viaje, su estatuto de realidad desplegándose en lo corporal y en todo lo que entra y sale de un organismo que se relaciona de par en par con un inconsciente más que personal.
 
Personal es, volviendo al tema del coming out, ese proceso, por ser único e irrepetible en cada sujeto que decide caminar lenta o rápidamente -si bien siempre hacia adelante- para cruzar esa línea de estancamiento, esa frontera que divide dos países: el anodino, el dicho/vivido/recomendado/adaptado por y para otros, el infeliz, el mentiroso, el opaco y, en la otra orilla, el país del placer de ser uno mismo, de habilitarse a la búsqueda propia, de desenrollar los gustos personales, de mover todo lo que se pueda cambiar.
 
Cambiar de estado, de formas, de visiones, de opiniones, de modos de relación es una cuestión que se da por añadidura. No es que uno se asume gay y cambia todo, sino que esos cambios se fueron gestando codo con codo con esa postura y puntos de vista ante la vida. Son respuestas naturales a eso que bramaba por salir.
 
Salir del clóset es como vivenciar una explosión inevitable de parar, imposible de convertirla en no-ruidosa. Por eso la necesidad de decirlo, porque el ruido estaba presente en un todo.
 
Todo sujeto que se da a conocer como gay experimenta un sinfín de vibraciones y mutaciones internas que se exteriorizan por los poros, nunca suficientes éstos para dar salida a tanto río sin cauce, ya que esa explosión pone en funcionamiento las amígdalas, la lengua, la saliva, los dientes, las cuerdas vocales con el fin de hacer fluir esa voz que estuvo callada.
 
Callada, muda esa voz. Cerrados los ojos. Tapados los oídos. Quietas las piernas. Paralizados los brazos. La puerta de ese placard o de esa cárcel se abre porque el sujeto -en ese darse a conocer como gay- la estuvo empujando con sus hombros, con fuerza, con tantas ganas que hasta hizo saltar tornillos, arandelas, tarugos, picaportes.
 
Picaportes mil veces presentados en el futuro (aunque uno/a también tiene la posibilidad de volver a los clósets o de crear nuevos guetos) para seguir por el sendero de la liberación.
 
Liberación de cadenas, de excitaciones por compañeros/as del mismo sexo, de gritos que destapan cualquier orificio, cualquier oreja.
 
Oreja ya preparada para una escucha más atenta. Ojos, desde este minuto, más abiertos que nunca en busca de miradas deseantes y deseosas de ser abordadas. ¡Nuca dispuesta a dejarse soplar! Soplos de vientos que ahuyentan cualquier tempestad o, mejor dicho, que desde ahora tienen la posibilidad de enfrentarla.
 
Enfrentarla. En-frente. Mirar de frente. Estar frente a frente. Luchar contra un frente. Ir al frente. Todo eso sigue haciendo a la actividad, al no guardarse, esconderse, recluirse, escaparse, escabullirse, hacerse chiquito. Hablar, correr, ejercitar (se), conocer (se), vincularse con otros es alegrarse (gay = alegre) y engrandecerse.
 
Engrandecerse es ensanchar una regla. Es borrarla. No como algo caprichoso, simplemente se trata de acompañar, de llevar a cabo todo lo que amerite avanzar junto a la "regla" de tu propio deseo.
 
Deseo de ser hermanado con esa voz -de ahora en más- no temblorosa. Los temblores presentes son, desde la asunción de la identidad gay, resignificados a carnes trémulas, a cuerpos libidinizados por semejantes.
 
Semejante = homo. Semejantes daños ocasionados por un mundo injusto a personas que sencilla y complicadamente aceptan y vivencian relaciones afectivas con semejantes. Semejantes pasos hacia el frente son urgentes y necesarios para poder cambiar la historia.
 
Historia plagada de y plegada por guerras, dolor, sufrimientos, suicidios, lágrimas. No esperemos a que nos pidan perdón dentro de cinco siglos. No sigamos pidiendo permisos para militar. No nos quedemos quietos, inmóviles. No nos dejemos dominar.
 
Dominar siempre es mala palabra si se la toma como un ejercicio de poder abusivo. Nosotros tenemos el poder de hacer que esa rueda de producciones positivas, del laburo cotidiano, de caminos abiertos y por abrir, de curaciones de heridas no se detenga, no cese.
 
Cese del fuego destructivo para transformarlo en llamas que metaforicen la pulsión de vida. Los cojones y/u ovarios bien puestos en pos de continuar actuando y sintiéndonos agentes de cambio. Cambio y fuera.
 
Fuera! Salida del clóset para todas y todos las y los que quieran/puedan hacerlo, pues si el coming out es un movimiento hacia la singularidad subjetiva con el objetivo de viajar hacia la tierra de la libertad, del acto y por ende de la responsabilidad, atravesando la frontera de la culpa y el malestar, podríamos decir que el acto del coming out es un acto ético. Asumirnos nos implica como sujetos éticos, como seres que se responsabilizan por sus sentires inconscientes y conscientes. No obstante, ofrezco mi ayuda, mi escucha para aquellas y aquellos que aún siguen intentando lograr ese movimiento.
 
Movimiento nunca suficiente.
 
Suficiente por hoy.
 
¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DEL ORGULLO LGBTIQ! 28-06-07.
 
Fotos: ANRed y Alejandro Viedma - Marcha del Orgullo 2006

Domingo 13 de mayo de 2007 - Rosario - Se realizó el sexto Encuentro LGBT nacional y el tercero del Mercosur

El pasado fin de semana se reunieron en Rosario alrededor de 300 activistas provenientes de distintos lugares de nuestro país, Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil que luchan (independientemente o formando parte de organizaciones) por los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans. Los temas destacados fueron la educación y el tratamiento de los códigos de faltas y contravenciones. Especial para ANRed. Por Alejandro Viedma desde Rosario.

14-05-2007 - Balance del Encuentro de Organizaciones Gays del MERCOSUR - Por Alejandro Viedma desde Rosario

El pasado fin de semana se reunieron en Rosario alrededor de trescientos activistas provenientes de distintos lugares de nuestro país, Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil que luchan (independientemente o formando parte de organizaciones) por los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans.

Dicho encuentro, que fue organizado por la asociación santafesina VOX y la Federación Argentina LGBT, contó con el apoyo de los gobiernos provincial y local.

Seguidamente al desayuno compartido entre todos los presentes en el backstage del Teatro La Comedia, se realizó el acto de apertura a las 11 hs del sábado 5 de mayo. La conferencia fue brindada por María Rachid (presidenta de la Federación Argentina LGBT), Beto de Jesús (de ABGLT de Brasil), Rolando Jiménez (de MOVILH de Chile), César Cigliutti (de la CHA) y Mauricio Coitiño (de Ovejas Negras de Uruguay). El tema expuesto fue la legalización de las uniones civiles y el matrimonio homosexual –cuyo slogan que lo propicia es "los mismos derechos con los mismos nombres"- y hubo un fluido intercambio con la platea.

Luego del almuerzo, los convocados se trasladaron hasta la Plaza Cívica, donde se llevaron a cabo los distintos talleres en forma simultánea. Los ejes temáticos de estos espacios fueron: la Ley de identidad de género, el Código de faltas, los contenidos y objetivos del centro de estudios de Diversidad Sexual, la Educación, el club de leathers de Bs. As., la creación de la Red LGBT del MERCOSUR, entre otros.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de un grupo de artistas transformistas locales con un show cómico musical muy festejado.

Conclusiones

El domingo, luego de los últimos talleres, fueron expuestas las conclusiones de todo lo trabajado.

Mauro Cabral dijo que se acordó juntar antecedentes o experiencias en hospitales y en centros educativos del reconocimiento del nombre de las personas trans, con la idea de que esta carpeta esté disponible para todos y todas los/las que quieran utilizarla.

Por otro lado, es preciso continuar con lo legislativo, "tanto en lo que tiene que ver con la negociación política específica de una futura ley de identidad de género, como con el contenido de esa ley", agregó.

También se consensuó que la transexualidad es una cuestión de identidad y no de enfermedad.

La síntesis de Mauro Cabral fue: "El acuerdo al que llegamos tiene que ver con la formación del personal sanitario a partir de pedir fondos para el material educativo y la posibilidad de tener alguna guía de prevención para los que quieran hacerlo por su cuenta, a través de acciones concretas".

Posteriormente, fue el turno del Centro de estudios de Diversidad Sexual: "Acordamos trabajar en una nueva Secretaría de Educación en la Federación para poder articular los materiales, las experiencias y las distintas cosas que vayan surgiendo. Incluiremos tanto a organizaciones como a personas que puedan trabajar esta temática individualmente. La idea es hacerlo en forma horizontal".

Por otra parte, las palabras de Guillermo Lovagnini (presidente de Vox) fueron: "Queremos pedir fondos porque nos parece una cuestión novedosa y pensamos hacer un encuentro tanto para la parte de capacitación de esta comisión, como para la de Educación. Me parece importante la relación entre teoría y práctica y su influencia en los movimientos activos".

Luego fue el turno del taller que trató el Código de Faltas. La exposición de los resultados estuvo a cargo de Flavio Rapisardi, coordinador del Área Queer de la UBA.

Del compromiso surgido el año anterior se lograron hacer encuentros del centro del país (Bs. As., Santa Fe y Entre Ríos) y del Noa (Tucumán, Salta, Catamarca y Santiago del Estero). Allí se consensuaron documentos básicos de una especie de relevamiento de los códigos que se aplican contra trans, gays y lesbianas en las distintas provincias y se armaron encuestas de denuncias. En palabras de Rapisardi: "La estrategia se encontró limitada, básicamente porque cuando logramos modificar el código de alguna legislación aplican otro código u otra legislación; por lo tanto, decidimos hacer una estrategia mucho más amplia". Y continuó: "Pediremos al Congreso que incluya la ley antidiscriminatoria a algún tipo de artículo que impida la aplicación de las legislaciones represivas o discriminatorias. También acordamos armar una coalición con otras organizaciones, porque estas legislaciones represivas no sólo son aplicadas contra diversidades sexuales, sino también contra migrantes, afrodescendientes, etc".

Después, tomó la palabra Juan Péchin, quien fue uno de los coordinadores del taller de Educación y Diversidad Sexual: "Más allá de experiencias y anécdotas relatadas de nuestros lugares institucionales, hemos acordado básicamente, a partir de la Federación, la creación de la Secretaría de capacitación y la de la Secretaría de Educación como dos sustancias coordinadas, pero a la vez independientes en relación a sus dos lugares de trabajo concretos. Para el caso de la capacitación, la idea es que se vayan acercando distintos materiales para discutir lo que sería una mirada de los y las activistas para fortalecer ejes de trabajo. Y en el caso de la Educación, una actividad un poco mayor en relación a algo que vamos a tocar en distintas áreas del sistema educativo en general. Para ello continuaremos el trabajo que hemos iniciado en el foro de diversidad sexual del INADI tanto con organizaciones como con personas que trabajan independientemente en el ámbito educativo. El objetivo es el armado de contenidos y protocolos para distribuir a los y las docentes argentinos, a través de un programa del Ministerio de Educación (Educ.ar), con material pedagógico para trabajar en situación de aula."

Por último, María Rachid informó acerca de la constitución de la Red MERCOSUR, con organizaciones de Argentina, Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil. Se armó una agenda de trabajo para plantear las perspectivas y la distribución de los pasos a seguir.

Cierre

Las palabras vertidas por Esteban Paulón, flamante coordinador del Área de la Diversidad Sexual de Rosario, fueron: "Desde el 2005 VOX presenta un espíritu de convocatoria abierta para las organizaciones. Como todos y todas en general nos conocemos, tratamos de fortalecernos y también de favorecer a los grupos nuevos que van surgiendo, con los cuales tenemos temas en común. Creemos que los encuentros son de los que los hacen y ponen el cuerpo para hacerlos. VOX pone su cuerpo desde hace tres años y queremos seguirlo poniendo desde la convocatoria de la Federación Argentina, pero no excluyendo a los que no pertenecen a ella".

Para finalizar, Guillermo Lovagnini dijo: "Creo que este fue un encuentro diferente a los anteriores; me pareció mucho más dinámico, productivo y divertido. Apelamos a los jóvenes porque acá se decide la vida de muchas personas que están en la calle. Considero que algunos de los de mi edad tenemos que empezar a dar un paso al costado -aunque sea difícil- porque el movimiento histórico es así".

“Y UN DÍA BAZÁN NOS VISITÓ…”.

Una noche, allá por el invierno de 2004, me contacté con Osvaldo. Poco tiempo antes había salido a la venta su libro “Historia de la homosexualidad en la Argentina”, y qué mejor oportunidad para invitarlo a que lo presentara en una reunión del grupo de reflexión de varones gays de Puerta Abierta. Aceptó enseguida. Decidimos, en la institución, hacer una charla abierta, convocando al grupo de lesbianas y a todas las demás personas que quisieran sumarse. En estos días me puse a desgrabar aquella visita ya que, si bien han pasado más de dos años, considero que casi todo es actual y aparte no quería que quede sólo en el recuerdo subjetivo de los/las concurrentes, la idea es compartir con más gente esa experiencia tan positiva. Van aquí, entonces, estas líneas como resultado de cómo se había planteado esta presentación: empezando con algunas preguntas que yo tenía para el autor y periodista, para dar luego la oportunidad a que los/las presentes empezaran a participar activamente…

Alejandro Viedma: Quisiera que empieces por el epílogo de tu libro, con esto de que, para vos, “la homosexualidad no es nada”…

Osvaldo Bazán: Llego a esa conclusión después de un viaje alucinante que fue el encontrar las raíces de la represión a la homosexualidad. En realidad el libro es la historia de la represión a la homosexualidad porque es desde donde se puede contar. Después de ver lo que ha pasado en quinientos años -desde la conquista de América hasta hoy-, a mí lo que me quedaba claro es que el tema en sí de la sexualidad no era “el tema” que al poder le importaba. Al poder claramente le importó siempre tener un argumento para excluir y para disciplinar socialmente. Cuando el poder fue la iglesia católica, la homosexualidad era un pecado; cuando el poder pasó en 1900 en manos de los higienistas del grupo cientificista, la homosexualidad fue una enfermedad; cuando finalmente el poder quedó en manos de la sociedad política, la homosexualidad pasó a ser un delito. Cada vez aquel que detentó el poder usó la homosexualidad para decir: “vos sí, vos no; vos podés pasar, vos no”. Entonces, me doy cuenta que si no hubiese habido esa represión, no estaríamos hablando de homosexualidad porque no la conoceríamos, no nos importaría. No hay un nombre común para toda la gente que tiene los ojos celestes, porque no está reprimido tenerlos. Y a mí la idea que me interesa y se me ocurrió después de escribir el libro –porque el libro también fue asombroso para mí, muchas de las cosas las fui descubriendo cuando investigué-, la que me parece más sana para todos es que la homosexualidad como tal, como grupo reprimido, deje de existir, y creo que vamos hacia eso. Creo que lo verán nuestros hijos o nuestros nietos, pero creo que vamos hacia un mundo en donde todos seremos más humanos y más morales en cuanto a aceptar la convivencia. Yo tengo intereses con algunos homosexuales, con algunos heterosexuales, con otra gente bisexual o con gente que no sé qué es y que tampoco me importa. A mí me gustaría poder dejar de hablar de la homosexualidad, al menos para mí, es un objetivo dejar de hablar porque ya no sea un tema para nadie. Lo que expreso como deseo en una de las últimas frases del libro es un diálogo en una familia donde el chico o la chica venga y le diga a los padres: “papá, mamá, estoy de novio”, y que la primera pregunta sea: “¿estás feliz?”, “sí”; la segunda es: “¿con un chico o con una chica?”. Esa es la sociedad que a mí me gustaría y hacia ella es que tiende mi trabajo. Por eso digo que la homosexualidad no existe, aunque sé claramente que existe y que es lo que es y que la represión aún existe, pero creo que nombrando el deseo todo el tiempo lo vamos a hacer real.

A. V.: Vos dedicás el libro “A los prejuiciosos, los crueles y los necios que me hicieron buscar respuestas”; ¿podés ampliar?

O. B.: Si fueran prejuiciosos pero no fueran crueles o necios, la verdad que no me importaría porque no lo sentiría en carne propia, pero cuando se juntan el prejuicio, la crueldad y la necedad, siempre se te cae encima. Entonces, como de chiquito a uno le han dicho “puto de mierda” y la verdad que no tenía claro de qué se trataba, me puse a investigar de qué me estaban acusando. Y averiguar también de dónde venían las raíces, por qué alguien puede decirle a otro “puto de mierda”, por qué alguien se cree con ese derecho y qué dice cuando dice eso. Como soy un poco curioso y mi profesión es el periodismo, empecé a buscar cada vez más atrás y llegué a esa nave madre que nos trajo a casi todos acá, las carabelas de Colón, y ahí en ese choque cultural que se dio en 1492 empecé a encontrar algunas respuestas. Una era la cabeza que tenían los conquistadores que venían de una Europa dominada por el catolicismo en una época muy cerrada y otra era, muy distinta, la cabeza que había en América en los indígenas que tenían las naciones originarias del continente, en donde siete mil años antes de los Incas, los Mochicas en Perú tenían una alfarería exhuberantemente sexual. Hay representaciones de homosexualidad masculina -no de homosexualidad femenina-, también de fellatios hetero y homosexuales, no hay representaciones alfareras de cunnilingus, pero demuestra una cabeza un poco más abierta que la que se tuvo muchos años después. A este lugar se llegó después de una conquista que trajo a la espada y la cruz siendo que eran indivisibles (no hubiera podido venir la espada sin la cruz, ni la cruz sin la espada). También empecé a ver que si los que llegaban de Europa traían esta cabeza, por qué era esto, por qué estaban tan preocupados en el tema sexual. Y se lo puede ver claramente, no es que estos eran datos muy ocultos, y no sólo eso, sino que los castigos a la homosexualidad fueron siempre ejemplares, es decir, para que se supiera que se estaba castigando. Los visitadores acusaron a los pueblos indígenas de “sodomitas, herejes y caníbales”. La verdad no importa mucho que hayan sido eso, pero lo curioso es que si ellos lo decían, les podían hacer cualquier cosa, y les hicieron cualquier cosa escudándose en eso. Así que lo importante era parecer, no ser. La iglesia católica no estaba preocupada en el tema de la homosexualidad ni siquiera en la Biblia. Siempre nos tiran con Sodoma y Gomorra. Dicen que dice la Biblia que desaparecieron las dos ciudades como castigo a la homosexualidad, pero estudios más recientes de las traducciones de la Biblia dicen que aquello que habría castigado Dios sería la falta de hospitalidad. Parece que Sodoma y Gomorra eran dos ciudades que estaban en una llanura en medio oriente, una llanura que estaba directamente sobre enormes capas de petróleo, que hubo un terremoto, que se incendiaron, y con el recuerdo de ese incendio, quinientos años después, se escribió la Biblia. Por otro lado, el matrimonio no es sagrado hasta el siglo XII, cuando cuarenta obispos –no Dios en un “rapto de la inspiración”-, que seguramente a la media de hoy intelectualmente habrán sido bastante brutos, y aparte presionados por cuestiones históricas, sociales, políticas y económicas muy claras, deciden que el matrimonio es sagrado. Al decidir que el matrimonio es monógamo, heterosexual y sagrado, nos dejan afuera, nos mandaron al lugar de los herejes. Y sí, efectivamente lo éramos porque acababan de decidirlo, pero durante mil doscientos años no lo habíamos sido.

A. V.: Además la cuestión de la procreación…

O. B.: Sí, encima se basan en Santo Tomás y en San Agustín, y de los dos hay constancia de que tuvieron relaciones homosexuales. Los “padres de la iglesia” dicen claramente que no se puede derramar el semen en vano, por eso la iglesia fue mucho más coercitiva con la homosexualidad masculina que con la femenina, porque a la femenina ni la tenían en cuenta, ni siquiera a la mujer.

A. V.: ¿A qué otros motivos atribuís la negación, por parte de los demás, de la homosexualidad femenina?

O. B.: Bueno, esta es una opinión personal que excede lo del libro… A mí me parece que a la mentalidad machista no se le ocurre que dos mujeres sin un pito en el medio puedan tener algo que hacer.

Juan (integrante del grupo de reflexión): Respecto a otro tema, quería saber si investigaste en los movimientos progresistas de nuestro país: los anarquistas, el socialismo; si había alguna apuesta en la agenda de ellos en los gays o la libertad sexual, o si esto surge recién en la década del setenta con el Movimiento de Liberación Homosexual...

O. B.: Por lo que pude ver, por los documentos que encontré, la primera referencia clara que un anarquista reconocido hace sobre la homosexualidad es la obra “Los invertidos” de Castillo, y no era muy a favor que digamos. En realidad hay una época que es anterior al tango oficial, que es de 1890 a 1910, cuando el tango es orillero, anarquista y prostibulario, en donde parecía haber habido una convivencia tranquila entre el ambiente prostibulario y el ambiente tanguero.

A. V.: Compartían conventillos…

O. B.: Sí, aquellos abandonados después de la fiebre amarilla, de la zona sur de la ciudad; parece no haber habido demasiados inconvenientes, había como cierta comunicación. De hecho los compadritos que eran muy afectados para la vestimenta y para el movimiento no parecían haber tenido demasiados prejuicios homofóbicos.

Hugo (otro integrante del grupo): Volviendo al principio de la charla y escuchando tu visión optimista respecto al futuro, ¿cómo lo pensás en el juego entre visibilidad de cada vez más minorías, derechos escuchados por el estado y las nuevas obligaciones que surgirán?

O. B.: Los cambios se están dando geométricamente, pero también hay algunos riesgos, porque como fuimos invitados a la fiesta a último momento, ¿dónde nos sentamos?, ¿dónde nos ponemos? Es como llegar a una fiesta donde están todos borrachos y vos sos el único sobrio y estás un poco desubicado. A mí me parece que sería bueno que no repitásemos algunos de los grandes errores que han cometido; digo, algunas instituciones heterosexuales no han funcionado. El matrimonio parece tener unas cuantas fallas, la familia no parece ser aquello que siempre nos dijeron que era… Creo que lo que tenemos a favor es que podemos inventarlo, podemos decidir cómo queremos que sea.

Hugo: ¿Cómo fue la recepción, por parte de la “intelectualidad” de la ciudad de Bs. As., de tu libro?

O. B.: Yo vengo mal porque vengo de la televisión, pero esto no tiene que ver con el tema de la homosexualidad, si hubiese escrito sobre otra cosa, también. Sé que las cosas son así, no es un problema personal. Pero la recepción en general fue muy buena. Yo lo presenté en Resistencia, Chaco. Allí no hay un boliche gay porque cada vez que se intenta abrir, entre el poder político y el poder policial lo cierran, entonces los gays de esa ciudad van a Corrientes. Presentar este libro en esa sociedad era casi un acto político. Haber conseguido que sesenta personas hubieran ido a decir: “bueno, vamos a hablar de esto” hizo que los medios de la ciudad estuvieran horrorizados. Era increíble porque ir a una conferencia era un acto de libertad. Para eso a mí me sirvió haber tenido cierta popularidad por la televisión.

Juan: ¿Y en la prensa? ¿Qué ecos tuviste?

O. B.: Hay una cosa que es muy rara y es que salió una muy buena crítica entendiendo el concepto político del libro en La Nación, que venía de hacer una editorial homofóbica quince días antes, terrible, hablando de la educación. Si ponés en el buscador de internet del diario la palabra “homosexual”, sale cuatro veces. Me contaron los otros días que en Clarín la palabra homosexual salía solamente, hasta el 2000, en noticias policiales o en “Cultura”, porque… “Los putos leen libros” y esas cosas…

A. V.: ¿Y cuál fue el camino de la edición? Pregunto porque sé que tus dos libros anteriores (que son novelas) fueron “medio de casualidad” y que te gusta tanto el momento de la escritura que sos un poco vago luego con los trámites…

O. B.: Es verdad, pero este libro yo tenía muchas ganas de escribirlo sin saber de qué se trataba, aunque tenía algunas presunciones que fui comprobando. Yo había leído un libro de Trevisan -que es un brasilero muy interesante-, que se llama “Devassos no paraíso”, que es la “Historia…” pero en Brasil, y tenía ganas de escribir y de ponerme a investigar a ver qué se podía hacer acá. Pero trabajo como periodista y para poder vivir y no tenía tiempo para dedicarme a la investigación, hasta que me llaman de la editorial Marea y me dicen: “mirá, tenemos la idea de hacer este libro… ¿te interesaría hacerlo?”. Y era justo la idea que yo tenía ganas de hacer. Entonces ahí sí pude ponerme a hacerlo.

Otro concurrente invitado: Quiero hacer una crítica al autor por una crónica excesivamente negra, sórdida, por ejemplo, de ciertos personajes que usted describe.

O. B.: Yo no creo que, por ejemplo, la vida de “Leocadia” haya sido demasiado alegre, de hecho terminó presa por este asunto. Mi punto de vista es este y creo que sí, que es una crónica negra, pero creo que la crónica ha sido negra. Y lo que usted me dice no ha sido el único en decírmelo y yo sigo mi postura: yo no le he encontrado otra manera, excepto algunos destellos de alegría que pudo haber puesto alguna gente con mucha buena voluntad, pero creo que todavía estamos en medio de una historia sórdida. Sería para mí muy bueno si hoy hubiéramos venido a bailar. El libro es una investigación periodística sobre quinientos años de historia y así es como está planteado y no es un libro académico, es un libro de divulgación. Yo he contado algunas cosas que me han llamado la atención y he tenido la libertad de hacerlo. Entiendo lo que usted me dice del asunto de la sordidez, y en general ha sido un reclamo de lectores heterosexuales.

Juan: Quiero hacer una acotación contrariando la postura del compañero o viendo la temática gay desde otro punto de vista. Quería saber cuál es tu opinión respecto al progreso de un colectivo que está dentro de las minorías sexuales y para mí es la que más sufre, la más perseguida y la que menos cuenta con la solidaridad de los propios gays por cuestiones de clase y de género: las travestis, personas que no tienen posibilidad laboral y están expuestas a ser penalizadas o mandadas a una zona roja y estar amenazadas por la mafia proxenetista o por la policía.

O. B.: De hecho los crímenes a travestis no son investigados y sí, efectivamente, la falta de solidaridad es terrible y demuestra que nosotros también tenemos incorporada la homofobia. Creo que hay un componente muy claro de discriminación en la policía y en los medios de comunicación para tratar el tema de las travestis. Y como periodista les digo que veintidós asesinatos en un año y medio -en los 80´s- son un tema impresionante para cualquier periodista para investigar; ninguno lo hizo. Veintidós asesinatos con el mismo modus operandi a cualquiera le llama la atención, e incluso en medio de la guerra los hubiera estudiado. No se investigan porque desde la década del noventa para acá las notas periodísticas que se publicaron sobre homosexualidad las hemos escrito diez o doce periodistas, de los cuales ocho somos homosexuales. Pasa con la homosexualidad una cosa que no pasa con ningún otro tema: si un periodista toca este tema, seguramente le van a decir: “¿vos no sos medio puto?”. Esto hace que los periodistas no se ocupen.

Lic. Graciela Balestra: Rescato algo que se dijo… la verdad es una historia sórdida porque yo pensaba: en el 2004 tenemos que estar maravillándonos de que un diario por fin nombre la palabra homosexual, tener que tener legisladores que todavía nos dicen que no podemos tener hijos o que no somos buenos padres, o tener un Papa que nos dice que no somos buenos profesores. Esto que decían de la conciencia cívica, política que no tenemos lamentablemente. Sería fantástico que todos desde el partido político donde militemos empecemos a mover estas cosas, que se empiece a hablar, comenzar a participar más para modificar nuestra sociedad.

Carolina (otra concurrente invitada): Además, siempre está la dicotomía de lo público y lo privado, y luchar desde lo público es una cuestión política.

O. B.: Yo creo firmemente que la homosexualidad es una cuestión privada, pero como su represión es pública, nos vemos obligados. Yo no tendría ganas de estar hablando de homosexualidad o sí, pero como la represión es pública, eso es lo que hace que haya que hacerlo.

A. V.: Para ir terminando, ¿qué te quedó afuera del libro?

O. B.: Una visión menos sórdida (risas y aplausos). Seamos justos, efectivamente hay toda una alegría que nosotros tenemos y que sabemos que existe porque nos paramos en un lado que a la sociedad no le gusta y que cuando nos hacemos cargo de eso, la pasamos bien y que en Argentina se vio en muchos momentos de la historia. Lo que pasa es que de eso hay menos registro. Yo pude encontrar en entrevistas policiales de 1900 el registro de cuando la policía llegaba a lo que ellos llamaban “saraos uranistas”, grandes fiestas que había en la zona sur donde había lesbianas, travestis, homosexuales. Seguramente aquellas fiestas deben haber sido muy divertidas, pero no hay cómo rastrearlas porque el registro que hay es el de lo represor, por eso es que esta es la visión que hay. Yo le dediqué más tiempo en el libro a los primeros siglos desde la llegada de Colón hasta ahora que a la vida de los 80´s para acá, donde hay un concepto de fiesta bastante interesante y la hemos pasado bien y no está absolutamente retratado en el libro porque tenía una tapa y una contratapa y tenía que entrar todo ahí adentro y ya bastante grande es y bastante se enojó la editorial con que era un libro tan caro que no se lo iba a vender a nadie. Efectivamente, hay todavía para hacer un registro de aquella explosión que nació en los 80´s e incluso antes; las fiestas de El Tigre en la época de la dictadura fueron importantes y mostraban una voluntad de vida y de alegría muy fuerte que sí, es cierto, lo tomo como una falencia que no estén, pero es lo que pude poner. Hoy me contaban y no puedo creer cómo dejé afuera a la revista “Diferentes”, que en los 80´s marcó un punto de libertad como no había todavía en Argentina, y creo que hay un montón de cosas más para investigar, el tema es que no tengo por qué hacerlo yo sólo

A. V.: ¿Querrías agregar algo para cerrar este encuentro?

O. B.: Bueno, en este caso y por mi formación periodística, lo que intentaba era no hacer un libro de guetos, sino uno comunicando. Mi trabajo siempre ha sido comunicar; yo trabajaba en la revista Noticias que llega al country y se lee en el Sarmiento, o sea, tenés que escribir para todo el mundo temas que la gente no sabe nada y después de dos páginas tiene que haberlos sabido. Con ese mismo criterio, con esa misma voluntad y con esas mismas limitaciones hice el libro, conté las cosas. No es, aunque parezca lo contrario, un buen argumento de venta de un libro que se vea la palabra “homosexualidad” en su tapa. Lo que le dijo a la editora mucha gente es que hay muchas personas que no se animan a andar en un subte con un libro que dice esto, y estamos en el 2004, por eso hablamos de una historia sórdida todavía. Entonces, querer hacerlo, poder haberlo hecho y que llegue a la mayor cantidad de gente posible, que me permita este tipo de encuentro y que nos podamos juntar a charlarlo, hace que el libro esté ampliamente pagado hace mucho tiempo.

ANRED - Martes 27 de diciembre de 2005 "Mientras haya gente que siga oprimida y discriminada, nosotros vamos a seguir luchando"

Ya lejos de todos los eventos que abordan la temática GLTTBI y que sacudieron a Buenos Aires por una semana, ANRed fue en busca de Alejandro Viedma, coordinador de Puerta Abierta, un espacio que durante todo el año brinda contención y apoyo a gays y lesbianas.

Se esfumaron. Sí, ya no quedan rastros ni huellas de todos los festivales, eventos de temática gay/ lésbica/ travesti/ transexual/ bisexual/ intersexual (GLTTBI), ni de la marcha del orgullo, que por unos instantes convirtieron a Buenos Aires en una "ventana abierta a la tolerancia".

Pero lo que no se terminó es la lucha que diariamente tienen que emprender aquellas personas que un día decidieron dejarse llevar por su deseo y no por lo que estipula "una norma" que busca reprimir y censurar a lo considerado "diferente".

Afortunadamente, existen muchos espacios que durante todo el año trabajan y ayudan a todo aquel que debe enfrentarse a su realidad, pero también a la de los otros. "Puerta Abierta" es uno de estos lugares que alberga a gays y lesbianas brindándoles la contención necesaria para acompañarlos en el trayecto por el cual se encuentren atravesando.

Y hasta allí se trasladó ANRed para dialogar con Alejandro Viedma, licenciado en psicología, psicoanalista y terapeuta de esta institución, lugar en donde coordina al grupo de reflexión de varones gay desde hace dos años.

Café de por medio, Viedma comenzó la charla ni bien se sentó en la silla, listo para introducirnos en su tarea cotidiana.

- ANRed: ¿Cuál es el objetivo de Puerta Abierta?

- Alejandro Viedma: Puerta Abierta es un espacio socializador y confidencial en donde las personas que vienen pueden sentirse cómodas y hablar de sus experiencias y de sus historias de vida. Pero, fundamentalmente, para que puedan formar un grupo de pares.

- A: O sea, que puedan lograr la armonía dentro de ese espacio.

- AV: Sí, pero el objetivo del grupo es que puedan abrirse y no cerrarse al ghetto de ese pensamiento capitalista que pretende armar lugares exclusivos para gay o lesbianas.

- A: Entonces, ¿cuál es la idea?

- AV: Mi idea es que, a partir de hacer lazos con el otro, puedan empezar a abrirse al mundo y motivarlos a que puedan buscar información. Se trata de pensar los nuevos modos de relación. Lo que impulso es que cada persona logre hablar dentro del grupo, pero que fundamentalmente pueda construir un espacio más allá de estas paredes y que la historia no termine en este grupo. Por ejemplo, promuevo actividades como ir a tomar un café o juntarse a ver una película de temática queer. La historia es no cerrarse y encontrarse con uno mismo, pero a partir de diferentes flancos.

- A: ¿Cómo es la experiencia que vivís diariamente coordinando al grupo?

- AV: Por un lado es bárbara, pero también es difícil porque me encuentro con muchos gays que están completamente aislados, y que pasaron por varios momentos de infelicidad y mucha represión, con permanentes mandatos negativos.

- A: ¿Y cuáles son las herramientas que utilizás dentro del grupo de reflexión?

- AV: Si bien yo soy Licenciado en Psicología y mi herramienta es la terapia, esto no se trata de un grupo terapéutico; es otro el encuadre. Dado que no se busca curar nada, simplemente alojar a la persona y que pueda tratar de armar una trama subjetiva, en el sentido de que logre armar lazos con el otro. A lazo, me refiero con que el otro pueda ser soporte de uno, y a su vez, uno ser soporte del otro.

- A: ¿Mantenés algún tipo de entrevista previa con las personas que desean ingresar a Puerta Abierta?

- AV: Es muy interesante tu pregunta, porque lo que hago siempre es tener un contacto previo con cada persona que acude y quiere formar parte del espacio. Es necesario mantener una entrevista para saber más de sus datos personales, de cómo llegó al lugar y de sus expectativas. Pero también sirve para saber en qué momento de su vida se encuentra el sujeto; es allí donde yo visualizo ciertas esferas de la vida cotidiana del otro, como familia, trabajo, pareja y ámbito social. Este espacio de encuentro previo con cada sujeto que quiere ingresar al grupo tiene que ver con tratar de visualizar cómo se encuentra esa persona en ese momento determinado. Dado que no es lo mismo una persona que se está asumiendo, que otra que ya lo hizo, que alguien que no puede lograrlo. Son diferentes temáticas, con problemáticas personales, que se tienen que ir trabajando de diferentes formas.

- A: Y una vez que ingresan a Puerta Abierta, ¿qué es lo primero que escuchas de parte de estas personas?

- AV: Yo escucho mucho esto de la necesidad de tener un grupo de pares, de esa necesidad de salir de la soledad y de tratar de encontrar un grupo de amigos para salir. Además, te aclaro que si bien se plantean algunos temas específicamente gay, otros como son la soledad, la pareja, el miedo a estar solo, la promiscuidad y el sexo, trascienden a la problemática gay y abarca también a los heterosexuales.

- A: Pero no me vas a decir que en el gay estas problemáticas no se agudizan…

- AV: Es que en el gay hay una historia de mandatos morales en donde está doblemente obstaculizado el proceso de formación grupal. Por eso, lo que se busca es cambiar esa historia de represión y opresión.

- A: ¿Y con respecto a la queja? Porque también suele ser muy frecuente en el gay caer en la victimización…

- AV: Tal cual, por eso en este espacio de reflexión también lo que se busca es salirnos del lugar de victimización. Esto del discurso gay cerrado, de que soy víctima de la discriminación y estoy en contra del sistema. Hay que correrse de ese lugar, hay que tratar de entender al otro y de entendernos a nosotros. Además, cada uno de nosotros posee una realidad subjetiva propia y el hecho radica en ver cómo se hace con eso que se tiene. Porque uno puede tener un problema si lo considera como tal. Lo que yo tomo como catastrófico, a otro le puede parecer todo lo contrario. Es a partir de pensarse cada uno como ser humano, persona y sujeto que luego puedo tratar de entender los discursos y las ideas contrarias. Proponer, en vez de una pelea, un diálogo. Salirse del lugar de la víctima tiene que ver con correrse del lugar de la queja.

- A: Si tuvieras que decirle a una persona gay que está sola y sufriendo que vaya a Puerta Abierta, ¿qué le dirías?

- AV: Le diría que encontró un buen lugar, porque allí puede desplazarse con comodidad, dado que nadie trata al otro con un dedo acusador. La idea es respetar al otro y que esa persona que recién se está asumiendo pueda hablar. Porque generalmente estas personas no tienen espacios para entablar un diálogo. Y me parece que el proceso de asumirse como gay es trabajoso. Cada uno debe trabajar y trabajarse a sí mismo para poder vivir de una forma acorde a sus sentimientos, libido, deseos, energía y a su forma de amar.

- A: Saliendo un poco de tu labor como coordinador de Puerta Abierta, ¿cómo ves las distintas actividades de temática GLTTBI que se desarrollaron en esa semana de noviembre?

- AV: Me parece que todos estos espacios están para sumar y cuantas más posibilidades haya, más opciones tendrá el sujeto para elegir por dónde pasa su libido. Cada uno debe tener la libertad de encontrarse con su deseo y poder participar de forma activa con su cuerpo, y también moviendo su cuerpo en el espacio que se sienta más cómodo.

- A: ¿Y por qué te parece que durante el resto del año estos espacios no están tan visibles?

- AV: Es que en general hay una cuestión de comodidad y de falta de búsqueda de la información. Porque estos espacios están, y las organizaciones funcionan desde hace muchísimos años. Me parece que hay mucha gente metida en este mundo caótico de las obligaciones, del trabajo y que siempre hay algo más urgente que hacer. Pero estaría bueno que cada uno pudiera encontrar estos espacios alternativos en medio de esta jungla capitalista.

- A: En cuanto al tratamiento que le de dan los medios de comunicación a la temática gay, ¿cuál es tu opinión?

- AV: Que no es buena la información circulante. Pero también tiene que ver con lo que te decía antes de salirse un poco de la queja, de no quedarse sentado viendo la Marcha del Orgullo por "Crónica TV", porque te muestran 40 minutos de una realidad que no es la tuya. Cada uno debería mover su culito e ir a la marcha para ver cómo puede aportar su granito de arena.

- A: ¿Y cuál es la idea de la marcha?

- AV: Es un motivo de festejo por las conquistas realizadas y también de lucha, por todo lo que falta. Dado que mientras haya gente que siga oprimida, reprimida, segregada, discriminada, nosotros vamos a seguir luchando, porque si no estos espacios de reflexión no tendrían su razón de ser. Nosotros no nos olvidamos de que hay gente que sigue sufriendo por simplemente amar a una persona de su mismo sexo.

- A: ¿Por qué crees que cuesta tanto naturalizar otras realidades?

- AV: En principio, la palabra natural no me gusta, porque causó mucho daño eso de natural vs contranatura. Me parece que lo natural debería ser no discriminar y aceptar al otro en su diferencia. No negar las ideas contrarias del otro. Y en cuanto a por qué cuesta aceptar una realidad diferente a lo propio, creo que tiene que ver con que esta es una sociedad negadora de diferencias. Se niega desde las ideas del otro, hasta su forma de vida, su vestimenta, la música que escucha y el cómo se actúa diariamente.

La conversación había terminado y Alejandro Viedma debía continuar "abriendo puertas". Y nosotros, también. Dado que esto no representaba el final de la charla, sino el inicio de una serie de entrevistas que se dedicarán a contemplar al ser humano en todas sus formas y elecciones sexuales. Mostrando distintos escenarios y experiencias de vida que pondrán el foco sobre la diversidad de géneros existentes.

Esta será nuestra manera de luchar, construyendo un espacio plural y visible, para que todas las voces puedan dar a conocer su realidad. Porque el descubrir y acercarse a otras realidades, permite, luego, la posibilidad de comprenderlas y de integrarlas.

Mariano Minasso

Ernestina Arias