Entrevista por La Voz de los Barrios N* 22 (Junín, Octubre de 2007)



Alejandro Viedma:
“… el 10% de la población se incluye en las minorías sexuales…”




Alejandro Viedma nació en Capital Federal. Posteriormente se fue a vivir con su familia a Ciudadela; cursó el secundario en el barrio de Devoto, y en el 2001 se recibe de Lic. en Psicología en la UBA. Realizó innumerables post grados: Clínica Psicoanalítica; Coordinación de Grupos con Multi-recursos Técnicos; Acompañamiento Terapéutico; Neurosis y Psicosis; Sexología de la Homosexualidad; El amor, el saber y el goce en las distintas estructuras clínicas. Actualmente trabaja como terapeuta en forma privada y coordina grupos de reflexión de varones en la institución Puerta Abierta.

La Voz- ¿Cuándo entra en contacto con Puerta Abierta?
Alejandro Viedma- En 2004, por intermedio de la Lic. Graciela Balestra.
Esta institución lésbica-gay que nació en 2000, básicamente como un emprendimiento de un grupo de mujeres, después incorpora grupos de reflexión de varones. También se brinda acompañamiento terapéutico y psicoterapia para las personas que lo necesitan.

La Voz- ¿Cuál es tu preocupación con relación al género?
Alejandro Viedma – Primeramente tuve la necesidad de informarme. A partir de ahí traté de informar y educar a las demás personas. Siento que hay muchos prejuicios y estereotipos creados básicamente alrededor de la sexualidad. Ni hablar en torno de las minorías sexuales: gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales. Me fui interesando en las diferentes corrientes y opiniones; por ejemplo, me fui metiendo en los estudios gay-lésbicos de EEUU.

La Voz- En Capita Federal, ¿dónde radica el problema de las minorías sexuales?
Alejandro Viedma- Básicamente en el tema de los derechos. Si no hay un respaldo legal siempre habrá una pata de la silla menos. Cuando me refiero a derechos quiero decir la posibilidad de casarse, adoptar, heredar, obras sociales, etc.
Después hay cuestiones de discriminación en los diferentes espacios: escolar, laboral, social… No hay persona LGBT que no haya sufrido algún tipo de discriminación, pese a que ahora está mucho mejor el tema, más aceptado. Siempre marco la diferencia de lo que pasa en Buenos Aires con el resto del país, donde en el interior se hace más difícil.

La Voz- ¿Cuál es la mayor “pesadilla” que sufren esas personas que pertenecen a las minorías sexuales?
Alejandro Viedma- El tabú que existe mucha gente lo sufre por estar silenciado, porque no lo puede hablar con nadie, no tiene diálogo con la familia por miedo a que los expulsen. Muchas veces se crea una doble vida donde se produce un desgaste importante porque está mintiendo, ocultando parte de la vida propia.

La Voz- ¿En la parte laboral existe mucha discriminación?
Alejandro Viedma- Todavía sigue pasando, menos que antes porque ahora es políticamente incorrecto tener ese tipo de actitudes. Seguramente es mucho más difícil para una travesti; se dice una travesti o la travesti, porque sus actitudes, su maquillaje, sus ropas, su diferencia, es como un cachetazo a la sociedad, porque alguien que nació biológicamente varón decide usar el género femenino. Además sufren el problema legal profundamente porque no pueden tener documentos con sus nombres de elección.

La Voz- ¿Cuál es la diferencia de la travesti con el transformista?
Alejandro Viedma- Los actores que se travisten para realizar espectáculos son transformistas. Las travestis incorporan su elección de género de manera permanente. Aunque todo es bastante complejo y tratamos de categorizar para después abolir esas categorías.

La Voz- ¿Cómo se define a las personas que son pasivas o activas?
Alejandro Viedma- Creo que la pasividad no se define por ser penetrado ni es activa necesariamente la persona que penetra, tiene que ver también con actitudes, con sentimientos, con formas de movilizarse dentro de la cama y también en la vida en general. Para ser excitable y ser penetrado o penetrada también hay que ser muy activo para excitar al otro.

La Voz- ¿Cómo ves el comportamiento de la sociedad en general?
Alejandro Viedma- Si nos guiamos por las marchas del orgullo gay, lésbico, transexual, bisexual, años tras años llevan más personas y es una marcha de celebración por las conquistas, de fiesta, pero también de lucha por los derechos, por lo que falta. Participan más de 15.000 personas, que si uno mira diez años para atrás se percibe un logro buenísimo y es un incremento bárbaro de gente. Ahora, convengamos que 15.000 dentro del número de personas que se incluyen en las minorías sexuales, que se habla en torno al 10% de la población, no es nada. Por eso la necesidad de seguir luchando y participando por los derechos.

La Voz- ¿En Capital el casamiento entre personas del mismo sexo es ley?
Alejandro Viedma- No, aquí lo que se aprobó es una ley de unión civil, en el 2002, y se llevó a la práctica en el 2003. Es la primera unión civil en Latinoamérica. Fue un paso importante, pero a nivel legal no contempla todos los derechos que tiene un matrimonio heterosexual. Por eso digo que es una ley discriminatoria; porque no considera la adopción, obra social, herencia, etc.

La Voz- Con Macri gobernando la Capital ¿cómo ves la situación?
Alejandro Viedma- A mí me parece que no va a hacer nada para colaborar, para apoyar, para que vaya adelante todo esto y siga creciendo. Él ha hecho declaraciones homofóbicas, como que la homosexualidad es una enfermedad y todo ese tipo de cosas que ya están totalmente descartadas hace décadas por la Organización Mundial de la Salud.

11-11-2007 / Puerta Abierta continúa con las Charlas sobre Psicología en el marco del Mes del Orgullo

Buenos Aires – (SentidoG.com)

El pasado lunes 5 del corriente mes la institución lésbica gay Puerta Abierta inauguró una serie de charlas-debate y encuentros dentro del marco del mes del orgullo. Las actividades –libres y gratuitas- siguen hasta el sábado 17, día de la marcha.

Esta semana arrancó con una charla-debate sobre familias homoparentales en Puerta Abierta, llevada a cabo por Inés Aristegui y los lic. en Psicología Graciela Balestra y Alejandro Viedma.


Este último presentó la reunión introduciendo una pregunta que le sirvió de hilo conductor para su exposición: ¿Por qué molesta tanto a nuestra sociedad el tema de las familias homoparentales?

Para ello recorrió distintas áreas, tales como la salud, la ciencia, lo legal, lo histórico, lo religioso, lo político, lo socio-cultural.

Luego fue el turno de Aristegui, quien habló sobre los miedos y prejuicios en torno a esta temática.

A continuación, Balestra ejemplificó la situación actual nacional con un caso clínico de dos madres lesbianas.

Después se armó un interesante y movilizador debate -que duró una hora y media- con la participación de todas y todos los/las concurrentes.

De la siguiente manera se presentará la semana próxima:

Lunes 12 de noviembre
Charla Debate. ATENEO CLÍNICO ¿Cómo afecta la discriminación en el colectivo LGTB? Compartiendo experiencias en consultorios y grupos. ¿Cómo trabajar la homofobia? Mandatos a deconstruir. Panelistas: Lic. Graciela Balestra, Lic. Alejandro Viedma y equipo de profesionales de Puerta Abierta. 20 a 22 hs., Av. Hipólito Yrigoyen 3644. Entrada libre y gratuita.

Martes 13 de noviembre
Charla Debate. LA SEXUALIDAD DE LAS LESBIANAS. Las fantasías. Roles y mitos. Los juegos sexuales. Debate con las asistentes. Panelistas: Lic. Graciela Balestra y Silvina Tealdi. 20 a 22 hs., Av. Hipólito Yrigoyen 3644. Entrada libre y gratuita.

Cronograma completo de todas las actividades en todas las sedes en:

http://www.marchadelorgullo.org.ar/05-mes.php

25-09-2007 / Se realizó el Segundo Foro Nacional contra toda forma de Violencia y Discriminación con presencia LGTB

Por Alejandro Viedma – (SentidoG.com)

El pasado 20, 21 y 22 de setiembre tuvo lugar en la UTN el Segundo Foro Nacional contra toda forma de violencia y discriminación, donde varios/as activistas LGTB ocuparon distintos espacios.


El equipo de terapeutas de la institución Puerta Abierta armó algunos talleres para trabajar alrededor de la diversidad sexual centrándose en la discriminación sufrida en las “minorías sexuales”: lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB).

El objetivo fue construir un espacio de sensibilización para erradicar la violencia generada contra y dentro del colectivo LGTB por, en la mayoría de los casos, falta de información, lo que edifica prejuicios y estereotipos difíciles aunque no imposibles de deconstruir.

Para ello, el jueves 20 Inés Aristegui y el Lic. en Psicología y coordinador de grupos de reflexión Alejandro Viedma hablaron sobre la violencia de género y cómo se la sigue reproduciendo y propiciando dentro de las familias y las aulas. También ejemplificaron situaciones que experimentan cotidianamente las personas LGTB, expuestas casi permanentemente a la violencia moral, no tan denunciada como la física, pero que también impacta negativamente en la subjetividad de quienes son flanco de los ataques simbólicos y o materiales.

Además, intercambiaron vivencias y ejemplos con los/las interesados/as asistentes para consensuar romper el silencio, esa violencia que opera sin nombrar. De esta manera, se buscaron estrategias para visibilizar estos aspectos dentro de los ámbitos educativo y laboral.

Luego fue el turno de la lic. en Psicología Graciela Balestra, directora de Puerta Abierta, quien expuso un caso clínico, para contar que muchas veces también se genera violencia en las psicoterapias, porque lamentablemente la homofobia habitualmente es parte de muchos profesionales de la salud, cuestión agravada por los efectos producidos en los/las pacientes.

El sábado 22 cerró este ciclo de reuniones un taller sobre los derechos humanos violentados en el colectivo LGTB, comandado por el activista Sebastián Caldubehere, miembro del Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales
(MODIS) y quien vino especialmente desde la ciudad de Bahía Blanca. A la disertación de Caldubehere le siguió la de Alejandro Viedma y un ejercicio práctico realizado por Graciela Balestra con los/las concurrentes.

2007-09-23 | Activismo | Realizaron con presencia LGBT el Segundo Foro Nacional Contra toda forma de Violencia y Discriminación

Entre el 20 y 22 de septiembre se realizó en la Universidad Tecnológica Nacional el Segundo Foro Nacional contra toda forma de violencia y discriminación, donde activistas LGBT desplegaron distintos talleres.

Los y las profesionales de la salud de la institución Puerta Abierta prepararon siete charlas para debatir acerca de la diversidad sexual centrándose en la discriminación sufrida en el colectivo LGBT argentino.

El objetivo fue construir conjuntamente con los y las presentes un espacio de sensibilización para erradicar la violencia generada por falta de información, lo que cimenta estereotipos y prejuicios difíciles mas no imposibles de deconstruir.

Es por ello que el jueves 20 Inés Aristegui y el licenciado en psicología y coordinador de grupos de reflexión
Alejandro Viedma disertaron sobre la violencia de género, primeramente reproducida y propiciada dentro de las familias y las aulas. Además, pusieron como ejemplos vivencias que cotidianamente transitan las personas LGBT casi permanentemente expuestas a la violencia moral, no tan percibida como la física, pero que también impacta negativamente en la subjetividad de los y las que son flanco de los ataques simbólicos y/o materiales.

También se intercambiaron -entre los y las interesados/as concurrentes- historias de vida en las cuales se sufre por (hetero) sexismo u homofobia para consensuar romper el silencio, esa violencia que actúa sin nombrar, pero que habilita relaciones de poder y subordinación fabricando jerarquías. De este modo, se explicitaron estrategias para la visibilización de estos aspectos dentro de los ámbitos educativo, laboral y en cualquiera que uno/a ocupe.

Después fue el turno de la lic. en Psicología Graciela Balestra, directora de Puerta Abierta, quien expuso un caso clínico para comentar que en muchas ocasiones también se genera violencia en la psicoterapia, porque lamentablemente no es poco habitual que la les/homo/transfobia sea parte de varios profesionales de la salud, cuestión agravada por los efectos producidos en los y las pacientes.

El sábado 22 concluyó este ciclo de reuniones con un taller sobre los derechos humanos violentados para las "minorías sexuales", iniciado por el activista Sebastián Caldubehere, integrante del Movimiento en Defensa de las Identidades Sexuales (MODIS) y quien viajó especialmente desde la ciudad de Bahía Blanca, donde reside. A las palabras de Caldubehere le siguieron las de
Alejandro Viedma (trabajó la idea de salud de Freud para referirse a cuestiones generales recibidas en su experiencia laboral con gays) y un ejercicio práctico realizado por Graciela Balestra con los y las asistentes con el fin de construir un mundo no violento.

2007-08-21 | Columnas | Para una posible deconstrucción de prejuicios y estereotipos alrededor de lo LGBT

Por ALEJANDRO VIEDMA

«Es posible que cada persona sea un individuo, pero la mayoría de los individuos funcionan como tales dentro de los confines de un grupo más extenso. En primer lugar están los estereotipos y luego están las embarazosas verdades».
Matthew Rettenmund


ALGUNAS NOCIONES…

Prejuicio (del Lat. praejudicium = juzgado de antemano) es el proceso de "pre-juzgar" algo o alguien y de esta manera se evalúa, se hacen atribuciones y se orienta la conducta en base a premisas culturales. Generalmente implica llegar a un juicio sobre el objeto o el sujeto antes de determinar dónde está la preponderancia de la evidencia, o la formación de un juicio sin experiencia real o directa. Los prejuicios son actitudes, procesos afectivos y cognitivos que definen la realidad y orientan la conducta. Es por ello que se tiende a rotular a los gays de promiscuos, degenerados, superficiales, infelices y demás adjetivos gravitados por la agresión.

Las ideas prejuiciosas que rodean al colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) parten de una base de sistemas de creencias compartidos, ya que culturalmente se percibe a estas personas como peligrosas, por ejemplo, cuando la Iglesia Católica proclama: “atentan en contra de la naturaleza y la preservación de la sociedad, porque tienden a su extinción”, al no haber, supuestamente, descendencia. Digo “supuestamente” desde una doble faz: o bien la institución eclesiástica cree que todos los sujetos que integran las minorías sexuales son estériles, o está negando o no queriéndose percatar de todas las formaciones vinculares alternativas al matrimonio heterosexual, monogámico y con fin reproductivo que se vienen desarrollando, sobre todo, desde mediados del siglo XX; como ejemplos se pueden citar a las familias con dos papás, con dos mamás, madres adoptivas transexuales, etc.

En varios casos, existe una connotación tan mala de los grupos LGBT que el rechazo hacia ellos es irracional y se busca apoyo cognitivo para las conductas que responden a ese sentimiento negativo, por ejemplo, cuando determinados/as padres/madres no envían a sus hijos a estudiar a establecimientos escolares donde enseñan docentes gays, por considerarlos “pederastas”, término este antecesor al de homosexual en pleno siglo XlX. Ello se ha arraigado en el pensamiento de algunas personas que considera que el sujeto gay sólo despliega su conducta sexual con menores de edad.

Un revuelo se suscitó en agosto de este año, cuando tomó estado público el caso de una profesora transexual que trabaja en Tierra del Fuego y quien fue amenazada por un grupo de padres de sus alumnos por “falsear su identidad”.

Otra modalidad de la actitud es el estereotipo, que conlleva imágenes y atributos con características de fijeza, por los cuales se clasifica a los grupos; por ejemplo, se infieren categorías de personas según la vestimenta de pocas: “las lesbianas son camioneros” por considerar que “no visten femeninamente ni a la moda, sino de manera desprolija y varonil”.

La intolerancia o la aceptación hacia las minorías sexuales no brotan de un impulso natural; el rechazo o la discriminación compartidos (hacia estos grupos LGBT) surgen de procesos aprendidos y no de experiencias individuales. Lo positivo, en este sentido, es que pueden modificarse o re-aprenderse, ya que alguna vez se edificaron. Para ejemplificar una posible reconstrucción, apelo a mi recuerdo y a la película Filadelfia, donde el abogado que defendió al personaje que desarrolló Tom Hanks, un hombre que en algún momento aprendió de su contexto social, que connotaba negativamente a los homosexuales (más si se trataba de personas viviendo con el virus del VIH-SIDA), a rechazar a los gays, de a poco y con acercamiento e información, fue trocando ese sentimiento por aceptación (de su defendido).

Por otro lado, la explicación que brinda Freud para las conductas agresivas es la existencia de impulsos innatos, si bien el Psicoanálisis no deja de creer en el interjuego de factores emocionales y cognitivos cuyas raíces se hallan en los conflictos y las tendencias relacionados con las primeras experiencias de vida. Es por ello que el trabajo de los/las profesionales de la salud mental dentro del consultorio debería apuntar a regresar y bucear en esos estadios para trabajar terapéuticamente lo que se vivenció e incorporó en ellos, por ejemplo, esclareciendo lo que alguna vez han transmitido los progenitores (y otros/as) y más tarde se instauraron como mandatos y se los repitió inconscientemente sin cuestionamientos
singulares.


COMPARTIENDO EXPERIENCIAS EN LAS AULAS

El prejuicio posee también una función utilitaria, pues permite integrarse a un grupo. Es lo que constaté el año pasado, cuando fui invitado a un colegio del conurbano bonaerense, donde se llevó a cabo un foro denominado “Problemáticas sociales de ayer, hoy y… siempre?” y en el cual tuvo un espacio un taller sobre la temática “La homosexualidad”.

Por lo que vengo diciendo, no me resultó llamativo observar que al inicio de la inscripción no se había anotado, para esta jornada, ningún varón. Después esto pudo modificarse mediante la sugerencia e insistencia de algunos docentes. Cuando se manifestó y preguntó este asunto dentro de la actividad, los adolescentes varones confesaron: “no queríamos que el resto del colegio piense que somos gays por participar de esto, sentíamos vergüenza y miedo al qué dirán” (se habían auto-excluido para no ser discriminados). De hecho, el único varón que formaba parte del grupo que llevó adelante esta exposición estuvo ausente el día del foro.

Los/las alumnos/as compartían lo arduo que les resultaba hablar sobre este tema en sus casas, ya que en ellas siempre ha sido un tabú, o sus padres/madres lo trataban desde un juicio de valor negativo. Entonces, señalaban que si bien ahora tenían más información por los medios de comunicación, les era imposible hacer cambiar lo que pensaban sus familias acerca de esta temática. “¿Cómo hacemos para no seguir lo que nos inculcaron o no creer todo lo que leemos/escuchamos?” (Por ej., en una página web cristiana habían leído que las relaciones sexuales entre gays sólo consistía en el intercambio de funciones excretorias). “¿Cómo hacerle entender a los demás que ser homosexual no es ser un desviado o un enfermo?”, “¿Cómo aceptar la homosexualidad cuando mi Iglesia la considera un pecado o algo contra natura?”, fueron algunas de las preguntas de los/las adolescentes, inquietudes con componentes cognitivos: opiniones y creencias adquiridas hacia los grupos minoritarios, sus formas de relacionarse afectiva y sexualmente, y eso los/las lleva a afirmar que dichas conductas son inmorales y los/las que las practican son pecadores/as.

Para finalizar, apelo a la reflexión personal de cada uno/a de nosotros/as:

¿Cuáles son tus prejuicios alrededor lo LGBT? ¿Y los míos? ¿Soy prejuicioso en otras temáticas? ¿Y vos? ¿Por qué aspecto te sentís discriminado/a? ¿A quién/es discrimino? ¿Y vos? ¿En cuáles temas considerás te falta información? ¿Qué estereotipos edificaste en torno a lo LGBT? ¿Y yo? Porque claro… ¡la deconstrucción de prejuicios y estereotipos empieza por un trabajo personal!


Bibliografía: De Muchinik, Rubistein y Frydman (1987) Temas en Psicología Social lll. Actitudes, prejuicio y discriminación. Buenos Aires: Tekné.