Lo que viene a continuación es ejemplo de algunas cosas que hemos construido en varios encuentros de estos espacios:

Afiche realizado por dos integrantes del grupo de los jueves: Ramón y Guillermo.

Cine-debate
Film: “Cachorro”; 2004. Director: Miguel Albaladejo Duración: 01:39:00
Sinopsis por Horacio, Darío, Carlos, Roberto C., Roberto S. y Alejandro (grupo de los miércoles):
Se trata de una película muy real, de una historia muy creíble, ya que cualquiera de nuestros amigos o nosotros mismos podemos estar en esa situación, por ej., en lo que respecta a lo que ocurrió entre el tío y el sobrino, donde este último “cae” en la vida del adulto y el vínculo (casi no lo tenían) va cambiando y fortaleciéndose a la par del transcurso del tiempo. En cuanto al tío, el film sugiere que después de estar en pareja por un tiempo y luego quedar “soltero” otra vez, se conoce un mundo nuevo: personas, lugares recorridos, relaciones fugaces y múltiples, más libertad para festejos con amigos, entre otras cosas. Es por esto que en “Cachorro” se descubren muchas cosas de uno, cosas propias que uno está viviendo y a veces no se da cuenta. Además, está la identificación con ese tío que intenta preservar a su sobrino de lo que él hace, como fumar marihuana. Hay algo del orden de la distorsión –en el infante- de la díada bien/mal y el tío intenta encarrilar eso, apunta al cuidado del otro. Es una película amorosa, tal vez atravesada por un amor “desordenado”, pues las vidas de los/las protagonistas son/están descuidadas, por ej., la de una madre despreocupada, no cuidadosa que intenta zurcir las rasgaduras, es decir, demuestra su amor emparchando telas, con situaciones no reflexionadas, sino sólo guiadas por el deseo, sin pensar en las consecuencias. ¿O es el guionista de “Cachorro” quien reflexiona sobre las reparaciones, desde lo onírico, en un juego de imágenes? Esa madre defrauda a su hijo por segunda vez, quien queda “solo” y tiene que vivir con un “desconocido”, ese tío que no tenía mucho que ver con la vida del sobrino hasta que “se lo encajan”. El niño asume posiciones más adultas que los propios adultos. Su abuela paterna trata –con los mejores métodos que dispone- de estar con su nieto a pesar del filtro de la madre de este último. El tío empieza a envolverse con su sobrino desde el amor, lazo no establecido anteriormente. Volviendo a las vidas de los/las protagonistas, se las percibe, hasta el encuentro “forzoso”, como separadas. Quizás la crítica a la actitud de la madre sea el haber embarcado a su hijo en todo. Continuando con las identificaciones, hasta nos conectamos –en algún punto- con la abuela también; a veces nos dio bronca, otras, acordamos con ella. Y si de identificaciones hablamos, creemos que hay una muy fuerte entre el sobrino y el tío y el rasgo que sobresale, lo que el nene toma, es la masculinidad, por ej., en la escena donde le pide al adulto que le corte el cabello “como lo tiene él”; o en los límites que pone el tío. Eso surge desde la convivencia y desde un hilo conductor: la soledad, ya que ese tío “escapaba” a cualquier relación profunda. ¿Porque había estado en pareja antes con otro hombre que finalmente murió? No lo sabemos, pero lo que muestra el film es que este sujeto parecía tener meros contactos con otros, vivir su sexualidad sólo como descarga, porque no quería o no podía construir algo más comprometido. Otra hipótesis vertida por nosotros relaciona el VIH presente en el tío como situación que no lo hizo replantearse sus cuidados, él seguía “picoteando” con distintas personas. ¿O tiene que ver con su propia pulsión de muerte, con hacer activo lo que vivió en el pasado pasivamente, ya que su ex murió de Sida (lo “abandonó”)? Y nos vuelve a tocar la soledad, ya que coincidimos que la abuela también detentaba una soledad muy fuerte. A pesar de su buena posición económica, no podía compartir ni siquiera el cariño. Hay una relación con su abogado en pos de algo bueno para su nieto, tal vez porque ese niño sustituía la pérdida de su hijo. Y a pesar de todo, la señora hizo ciertas concesiones al tío, por ej., que el “cachorrito” tenga una educación laica. ¿Qué hubiera ocurrido si hubiese habido un espacio habilitador del vínculo entre la abuela y el nieto? Tampoco lo sabemos. Sí sabemos que así es la vida y como la película “Alguien tiene que ceder” muestra, es difícil que alguien lo haga, porque es ardua la tarea de ceder un lugar de poder, de dominio, de ideologías, de prejuicios. A veces, simplemente, por miedo a que el amor quede del otro lado, por ej., que el afecto del chico haya podido instalarse en la persona de su abuela y por eso no hubo interés en compartirlo. Es que el compartir tiene que ver con aceptar varias cosas y el ceder con entregar, despojarse de. El compartir crea un área común del “nosotros”; en el ceder hay un traspaso de uno a otro, pero quizá a pesar de uno. En este sentido, ¡qué interesante fue compartir esta maravillosa película! FIN.
Tal vez con mi escrito (el que viene abajo) inaugure una “nueva sección” de nuestro espacio: ¿qué te surge luego de cada reunión?, o de alguna reunión en particular; de ese encuentro que a vos te despierta algo especial y estaría bueno que lo vuelques de alguna manera: redactando, dibujando, buscando más data del tema específico, sacando fotos que pinten esa situación surgida, o preguntando si al otro le despertó algo o no, algo parecido a lo tuyo o no, etc. La idea es que interactuemos un poquito más…
“LA VIDA ES UNA PELÍCULA”
Por: Alejandro Viedma
  • Escrito producto de un “rapto de inspiración” luego de ver, por segunda vez, y debatir el film español “Cachorro”. Enero de 2008.
Cada película me dispara cosas de mí mismo, de mi vida, de mi pasado, de mi presente y me proyecta, me dirige a un futuro encaminado por mi deseo actual y por las cosas que ya no quiero transitar, que ya no pienso volver a recorrer, (re)vivir.
¿Qué me genera una película? Pufff… Tantos efectos como variables la atraviesen.
Ese aquí y ahora específico de mi mirada subjetiva, singular, tele-dirigida a ese alter micro mundo comandado por ítems particulares chocan y se produce un cóctel explosivo.
Cada micro-alter-realidad compactada por otro sujeto me despierta diferentes sensaciones en infinitos puntos que dependen, entre otras cuestiones, con quién esté viendo esa película, dónde, cuándo, qué clima (interno y externo a mi persona) merodee el espacio, mi cansancio o relajación en esa cotidianidad, mi predisposición para tomarme una hora y cuarenta minutos para meterme en esa historia, en MI historia, en esos/esas protagonistas (de MI vida), en esos paisajes y fotos que también me acompañan, en sus (las del realizador) y en mis sentires emergentes.
Hay algo de lo que estoy seguro: nunca coarto, nunca corto, nunca paro la expresión de lo que estoy experimentando mientras observo esa determinada escena que me hace llorar. Soy re maricón con el cine y ¡me la banco! Tal vez sea uno de los pocos lugares en donde me permito descargar mi sentir abiertamente, importándome poco lo que pensará el otro, quién me mirará (si, por ejemplo, estoy en una sala con desconocidos), qué ruido hará mi mucosidad.
Otro punto: ¡qué interesante es armar contrapuntos y alianzas con ese laburante que confeccionó esa obrita!, esa persona ajena a mí, invisible, y a la cual yo le represento lo mismo. Y ¡qué contradictorio y alucinante al mismo tiempo es a veces cambiar esas miradas que tuve en aquel momento que ví esa peli! Mutar de ideas, revisarlas, abolir algunas y hacer nacer otras es crecer, es también aprender a convivir con otros.
Hay películas que ví sólo una vez y hay otras que perdí la cuenta de las veces que las desplegué. ¿Será como cuando se repiten cosas? ¿Uno repite lo placentero? ¿Lo que lo hace sufrir? ¿Un poco y un poco? ¿Se niegan momentos vividos anteriormente? ¿Se duelan lo suficiente? ¿Cómo se selecciona lo que se repite? ¿Se guarda en algún lugar del cuerpo? ¿Son esos momentos revividos con alguien elegido posteriormente los que cumplen las funciones de revalidar y restituir un agujero causado por otro ser?
En realidad un agujero es causado –siempre- por uno mismo, por una imposibilidad de construir una represa que aísle momentáneamente un dolor que, por otro lado y de a poco, uno vierte en zonas que hacen dosificar esa salida. ¿Será así? Mmmmmm…
Pero como en la vida no todo es malestar, también un film me conecta con ese humor que en otras ocasiones no transmito, o no me llega. Además, con la calma, porque entregarse a una pantalla por un tiempito es parar un poco ese caos diario que ni siquiera nos percatamos que existe: las obligaciones, las (auto) exigencias, las corridas, la dificultad para bajar esa velocidad, ese camino sinuoso aunque continuo y que uno no sabe, la mayoría de las veces, para dónde va.
Por eso el cine me apasiona: no sé hacia dónde se/me dirige. O no quiero saberlo (bien neurótico, jaja) hasta que me lo (de) muestre el material fílmico.
Los colores. ¡Qué colorida es mi vida! ¿Sí? ¿Tanto? No sé, a veces hasta se des-dibuja, es decir, ni pensar en la pintura si antes no hay trazados o formas que luego contendrán esos colores… Digo, mis días se pintan de momentos compartidos, pausas, silencios, caricias, música, amor, amistades, besos, abrazos, familiares, rutas, casas, perros, aire, comidas, agua, aromas, etc., etc., y también de películas sombrías que pintan tempestades, insultos, desórdenes, gritos, peleas. Aunque, por suerte, siempre “gana” lo primero, lo positivo, la pulsión de vida, eros, lo que me mima, lo que me anima.
Una expresión de deseo: ansío re descubrirme en la próxima travesía que me invite a plasmar mis colores, mis formas actuales, mis movedizas sintonías para continuar armando historias conjuntamente y sin establecerlo, para seguir escribiendo y transitando nuestras historias en filmes y la película de mi única vida, que incluye muchas otras (vidas y películas, ¡vidas de película!).
Alejandro:
Busqué una imagen para incluir, de algo que de alguna manera me representara lo que escribiste; y como ya es madrugada te mando la mejor que encontré en este momento.

Elegí esta foto porque me pareció que sintetizaba muchas cosas que me resonaron en tu escrito: representa un camino hacia adelante, en forma circular y no directa. Cada giro se despliega hacia adelante y atraviesa zonas más claras e iluminadas y otras más oscuras; incluso algunas de oscuridad absoluta. La luz, que parece el objetivo de esa marcha, tampoco está en el exacto destino de la espiral, sino que se encuentra descentrada. La marcha de la espiral le pasa cerca, pero no hace centro directo en la luz. Por eso que te preguntaste (palabras aproximadas) de que tampoco se sabe bien si el camino es exacto el correcto o en parte se le aproxima en cada intento.
Te mando un abrazo grande y gracias!
Horacio S.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Ale:
Me gustó mucho "La vida es una película": el estilo, subjetivo, coloquial, sincero, insinuando siempre una respuesta del otro.
Sigue así que vas por buen camino.
Salvador V.

Anónimo dijo...

Hola Ale: Estás súper inspirado, cómo se vino el 2008!! Excelente!!
Rebuena la página de Internet, muy completa, amena sinopsis de tu trayectoria, militancia y conceptos en defensa de nuestros derechos tan costosa y lentamente logrados.
Abrazo, felicitaciones, y que sigas con estas ganas con las que iniciaste el 2008. Dale, adelante!!!!
CarlitosM.

Anónimo dijo...

Hola Ale!
Ja! Y después decís que te gustaría saber escribir!! Jeje
Inspirado, muy inspirado tu texto "La vida es una película". Me gustó MUCHO todo: el estilo, las cosas que contás, las preguntas que te hacés. Es otra manera de conocerte. Y se siente muy verdadero todo. Qué bueno que te generara todas esas cosas y todo ese saldo consciente que no termina con la palabra FIN del final de la proyección.
Horacio

Anónimo dijo...

Ale, me encantó esta crónica, comparto enteramente tu idea y tu sentir frente a la magia del cine y su relación con la aventura cómica, de amor, trágica, clásica, transgresora, a veces condicionada, etc., que es la vida donde cada uno de nosotros tenemos un guión pero nunca es definitivo, la improvisación nos singulariza permitiéndonos transitar múltiples escenarios y emociones. Lo social y lo personal se encuentran a partir de un hecho artístico, qué maravilla... Muy lindo tu escrito Ale. Felicitaciones!!!!!!! Marcelo Z.

Anónimo dijo...

Hola Ale, con respecto a la película lo que puedo decir es que me pareció interesante cómo tomaron a los personajes, cómo los humanizaron. El tema de la abuela, que uno piensa que es una hija de puta y de repente te das cuenta que lo que quiere es hacerle bien al nieto. Cuando se van enviando las cartas, eso me pareció lo más interesante, cómo todos se van reconciliando de alguna manera a través del tiempo con las palabras. También pienso que está muy bueno poder hablar abiertamente de todo como lo hacían con el pibe, pero creo que hay temas o determinadas cosas que no podés hacer delante de un pibe. También opino que los pibes son mucho menos prejuiciosos de lo que nosotros imaginamos. El tema del compromiso que se tocó en la película me pareció interesante: cómo el tipo no puede comprometerse con una relación, pero sin embargo se compromete con el sobrino.
Ale, gracias por ser un gran profesional. Te adoro. Martín.

Anónimo dijo...

Querido Ale: Anoche, luego de ver grupalmente y debatir Cachorro, pasé por varias emociones juntas, e hice un recorrido por distintos ámbitos de mi vida que aparecieron muy bien reflejados en la peli. Me sensibilizó más lo relacionado con el amor entre el adulto y el chico, y todo el esmero puesto en juego por el tío para brindarle un mundo lo más apto posible a su sobrino. Eso me llevó a pensar en cómo uno intenta poner lo mejor que tiene en esta tarea tan grossa de criar a un hijo, de ser un referente tan importante en la formación de una persona. Y cómo uno se reconstruye a sí mismo en ese intento. Cuando llegué a mi cama, casi sin querer mi cabeza realizó un paseo por todo lo vivido anoche, y lo bueno estaba en todo. Siento afecto por los miembros de este grupo, también lo siento del grupo hacia mí. Me fortalece el sentirme estimado como parte de un grupo de pertenencia en el que elegí estar y los demás eligieron que me quede. Ale, podés estar muy orgulloso por la forma en que desarrollas tu profesión. Cuando brindás espacios de construcción para que la gente pueda ser,
el universo pone automáticamente en marcha sus mecanismos de reciprocidad, para que se multipliquen también tus propias posibilidades de ser. Yo creo eso. Te quiero Ale, sos un tipo sensible, se nota y me gusta. Además un profesional del cual sentirse orgulloso. Un abrazo grande con todo mi afecto. Fer.

Anónimo dijo...

Ale: Me gustó mucho la película porque muestra personajes reales y creíbles con sus virtudes y defectos... y con personajes principales muy entrañables. Definitivamente la película nos hace pensar sobre temas tan variados que nos tocan a todos de una u otra forma como la paternidad, la amistad, la comunicación, el sida, las drogas, la soledad y obviamente la homosexualidad, que por un lado muestra la tolerancia que existe actualmente, y sin embargo también la intolerancia que aún queda por derribar. También resalto la forma en que el niño afronta el mundo con simpleza y sin tanto rollo y complejidad que a veces los grandes nos hacemos... tal vez debemos ser un poco mas niños y darnos cuenta que muchas veces nos creamos fantasmas y obstáculos nosotros mismos para no enfrentar nuestros miedos, como los que mencionaron también en la conversación posterior... ¡busquemos nuestro cachorro interior! Hay mucho que decir y seguir reflexionando de la película y lo bueno fue que todos nos dimos tiempo para hacerlo después de verla, al margen de disfrutar la película, aprendimos algo y como dice el comercial de Mastercard, "eso no tiene precio"... Saludos. Carlos Ch.

Anónimo dijo...

Hola Ale! Cómo va? La película me parece muy positiva en el sentido que aporta a debates, tales como diferencias generacionales, tribus urbanas, vínculos familiares, las elecciones de vida (viajar a la India, consumir droga, cómo resolver lo cotidiano frente a un niño, ¿egoísmo/s o libertad?, la inocencia que no es ingenuidad, el afecto con acento español!). Es de destacar también, además del final abierto del film, la presencia movilizadora del género epistolar frente a las cámaras... nada es negro o blanco, se aprecian los matices. Te dejo un abrazooote! Facundo Nicolás.

Anónimo dijo...

Ale Querido!!! Mi opinión sobre Cachorro es la siguiente: la peli me gustó porque retrata bastante bien la vida de un hombre de la “colectividad gay”. Por un lado esa falta de compromiso para establecer una relación afectiva con un hombre a nivel pareja, pero que sin embargo la puede realizar con otros (en este caso el sobrino). Esta conclusión la saco a partir de la relación que tiene con el francés, además en dos momentos, antes de entrar al boliche (en el que el protagonista entra al dark-room) y en el sauna, se deja ver que dos tipos están interesados en él, sin embargo él es como que no los registra. Me parece que es lo mismo que muestra, al principio, con el sobrino: ese miedo a comprometerse, el cual se va diluyendo con el transcurso de la historia. El film también me parece que muestra cómo las nuevas generaciones van cambiando el arquetipo establecido, cómo para el sobrino es natural preguntar a otro si es gay, y cómo su tío lo sigue viendo quizás como algo más íntimo (es algo que también veo a menudo en nuestro grupo). Otro punto que destaco es cómo uno comienza a ver a los protagonistas, o qué rol tiene cada uno en el film; principalmente la abuela del chico y cómo uno va cambiando esa visión. La vieja aunque parece mala, es como que no tiene otra manera de enfrentar las cosas. Si mal no recuerdo, es la primera vez que veo una película de temática gay, más allá de las conocidas; no sé si esta fue al circuito comercial o quedó para festivales. Me llamó un poco la atención cómo refleja ciertas costumbres gay (algo que para mí es bastante ignorado por los hetero), como ser los lugares de encuentro. En cierto momento me pareció hasta un documental :P. Quizás yo hubiese evitado ciertas partes de la peli (pero quizás más como un prejuicio mío), como ser el tema de las drogas (si bien sé que en España se tiene otro punto de vista), ya que pienso que deja un poco mal parada a la colectividad. Bueno, hasta aquí mi resumen de la peli. Del encuentro en sí, qué te puedo decir? La pasé bárbaro, me gustó mucho el debate que se generó al finalizar. Ojalá se repita. Muchísimas gracias por haberme permitido una vez más compartir nuestro encuentro con Ale. Besos+Abrazos. Guille

Anónimo dijo...

Hola, A mí la película me gustó, me parece que logra contar bastante completo lo que puede ser el ambiente gay. Me gustó pensar en la posibilidad de una nueva generación desprejuiciada donde la homosexualidad se viva con tanta naturalidad como la vivía el chiquito de 9 años con respecto a su tío, y me gustó cómo habla de la capacidad que todos los seres humanos tenemos de dar afecto y contención sanamente a una criatura, siendo gay o no. Que deje ese mensaje que todos los prejuicios y discriminación se transmiten desde la crianza de un niño, y que si todos los padres pudieran criar a sus hijos como la mamá del nenito, éste quizás sería un mundo más ameno para vivir para todos... Besos, Guido.

Anónimo dijo...

Estimado Alejandro:
Dos temas me produjo Cachorro:
(1) Por un lado, me hizo recordar a "Valentín" de Alejandro Agresti en cuanto a la desprotección del niño en el orden parental. En efecto, son personajes no obligados directamente al menor quienes se ocupan de él, especialmente desde el punto de vista afectivo. No lloré océanos como sí lo hice con la otra, pero me produjo un cierto escalofrío.
(2) Más generalmente, e incluso tratándose de un país donde incluso el matrimonio homosexual está legalizado, me llevó a pensar cómo a veces los homosexuales siguen -seguimos- siendo vistos como desviados en esta sociedad tan "recta". Qué fácil es juzgar y ver al otro como inferior, y cuán injusta puede ser la sociedad en materia legal.
Podría ser que tal situación, a primera vista, operara como algo desalentador. Más por el contrario, personalmente creo que me impulsa a luchar -si se quiere- por el objetivo de una paternidad adoptiva con los mismos derechos y las mismas obligaciones que todos (sueño ocasional y utópicamente con llegar a la Corte Suprema por los tema de filiación y matrimonio, aunque nunca lo comenté con nadie). Cordialmente, DIEGO L.

Anónimo dijo...

Alejandro, Como te imaginarás la película trata un tema que a mí no me resulta indiferente. Te cuento que mientras veía la peli pensaba que si la hubiera visto hace unos años, cuando todavía lo de la adopción no era más que un vago anhelo, me hubiera angustiado... porque ante películas que abordaban temáticas similares: un chico abandonado y un señor que se hace cargo, terminaba cavilando sobre las ganas que tenía de ser papá, y lo imposible de lograrlo. Sentí una especie de alivio, de no sentir esa angustia, y de poder ver la peli desde otro punto de vista. Simplemente te quería hacer llegar ese comentario.
Un beso. Marcos.

Anónimo dijo...

El principal cuestionamiento que me surgió luego de ver la película es si las escenas de sexo explícito y drogas eran necesarias para poder entender el perfil de los personajes, ya que creo que esto hace que se reduzca la cantidad de público que pueda ver la película, no sólo porque la convierte en una película para mayores de 18 años, sino porque quizás sea una película que por ejemplo no compartiría con mis padres. ¿Se hubiera logrado el mismo sentido sin estas escenas? Creo que sí. Alejandro D.

Anónimo dijo...

Ale: la película me pareció muy interesante, muy cruda con muchos contenidos. Lo que más me impactó era el pibe cómo veía toda esa crudeza, su madre presa, su tío con VIH a quien amaba, una abuela que quería rescatarlo. Me pareció muy importante que el tío no se haya "muerto", ya que me cansé de que las películas yanquis manipulen mucho, con esto de VIH, muerte, homosexualidad = peli exitosa. Por eso en este caso fue distinto, con un final abierto, pero deja en claro que el pibe y el tío salieron enteros. Por otro lado, te comento que el encuentro en la casa de Martín fue muy lindo y cálido. Hace que nos conozcamos más. También me gustó lo del último jueves. Esa idea tuya de dialogar con la persona que crees que menos conoces. Fuiste genial, son encuentros necesarios para el grupo, me gustó mucho. Bueno Ale aprovecho para decirte que además de un gran profesional, sos una gran persona, se nota. Por eso te aprecio mucho. Besotes. Leonardo Diego S

Anónimo dijo...

Hola Ale!

Che, me encantó tu artículo sobre la vida es cine! Me gustó mucho cómo lo escribiste, cómo va fluyendo tan ágilmente, cómo te expusiste desde lo personal, y los comentarios de los chicos, tan sentidos.

Abrazo!


Frann