Interrogantes, fantasías, mitos, miedos y deseos de gays por ponerse en pareja.


Por ALEJANDRO VIEDMA. Te presento a mi marido… ¿Qué hay detrás de la carrera por estar en pareja? ¡Y mostrarlo!
Más de una vez hemos oído a algún gay decir “él es mi marido” cuando nos estaba presentando a la persona que había conocido tres días antes. Nominar a ese partenaire de tal manera, ¿es acaso un intento de certificar un vínculo fuerte para los demás? ¿Será una fantasía de revancha ante los “sexos express” vividos previamente? ¿Actúa como necesidad imperiosa de pegarse a otro? ¿Es un modo de retener al otro porque con anterioridad se vivenció no ser aceptado, haber sido dejado, echado? ¿Significa quizá un modo de copiar el modelo hetero tradicional? ¿Operará como mecanismo defensivo contra la soledad? Como siempre digo, cada caso es singular y detrás de cada persona puede existir una, ninguna o varias respuestas afirmativas –o negativas- a estas preguntas.
Considero que los medios de comunicación instalan imágenes y nomenclaturas discursivas que son mejor recibidas por la sociedad en general, ejemplo de ello resultaron las transmisiones que tomaron el festejo de la unión civil de Piazza y su pareja y la celebración de Flor de la V con su compañero Pablo, donde dichos eventos formaron parte de “las bodas de 2008”. Todavía siguen repercutiendo, sobre todo en la tv, tales sucesos que son mencionados como casamientos y se nombra a Pablo y a Walter como maridos de Florencia y de Roberto, respectivamente.
En los grupos de reflexión para varones gay que coordino hemos tocado este tema y las opiniones, por suerte, fueron diversas. Algunos estiman que estos hechos mediáticos son como circos que no sirven para nada, otros, que visibilizan otros vínculos existentes.
Además, desde mi experiencia en la clínica psicoanalítica he escuchado que gracias a la repercusión que estos festejos tuvieron, algunos pacientes gay y lesbianas por lo menos habían podido empezar a hablar del tema con sus familias. Es decir, las personas que conviven con estos/estas analizantes –padres, hermanos, etc.- comenzaron a expresarse y los sujetos con una orientación homosexual supieron explícitamente lo que pensaba su gente cercana, pudiendo así tener la posibilidad de replicar o apoyar aquellas palabras en sus casas.
Tomando a la persona gay no expuesta públicamente, tal vez su necesidad de estar en pareja tenga que ver con que ese vínculo formalizado es socialmente más aceptado que estando solo o “picoteando” de aquí para allá, lo cual es tildado como promiscuidad. En el imaginario colectivo el varón gay “soltero” es sinónimo de fiesta, de reviente sexual, de irresponsabilidad.
También se puede reflexionar acerca de lo opuesto: que la existencia de ese estereotipo del gay –el que no tiene compromiso- provoca que no se desestabilice, que no se ponga en jaque la institución matrimonial.
Aunque el amor sea universal, hay distintos tipos de relaciones y formas de armar vínculos, como el de dos personas del mismo sexo, una categoría de pareja diferente (por ende criticada y boicoteada) a la heterosexual y por tal motivo muchas veces a dicha unión sólo se la vive privadamente, lo que contradiría a la frase de Benedetti “y en la calle codo a codo somos mucho más que dos”.
Aquí entran los mandatos sociales y los temores ajenos y propios en juego: “si sos gay terminarás solo” no deja de resonar constantemente en alguien que quiere desafiar al maleficio y apostar a construir algo de a dos, a veces sin conocerse/lo suficientemente, o a cualquier precio.
Si es que se encuentra a tal compañero a veces se sigue el otro mandato: no mostrarlo, que se permita la pareja, pero sólo en la intimidad, lo cual dificulta luego que se luche por los mismos derechos, por ejemplo en el área laboral.
Tanto se pone en la búsqueda de la pareja que una ruptura puede ser sentida como un total fracaso, sin tener en cuenta que fue una experiencia más.
Y retorna el sentimiento de soledad, o el horror frente a su próxima llegada, y para evitarla uno mismo, casi sin pausa o sin elaborar el duelo, se pone el imperativo de estar nuevamente con alguien, aunque sea un ratito, o con varios, como si en el hecho de rodearse de muchos se hallaría la certeza de no sentirse más solo. La soledad es estructuralmente humana, y generalmente una persona va detrás de un ideal y se empeña en tener una pareja rápidamente siguiendo un mandato sociocultural, no obstante la pareja no cura todos los males, sí en muchos casos alivia, ayuda, pero no lo es todo. Primero se tiene que estar bien con uno mismo, sentirse preparado, valorado uno para proyectar algo de a dos (o más).
Si hay tantas historias de vida como individuos, también hay tantas significaciones inconscientes y conscientes subjetivas y singulares como para armar lazo con el otro. Tal vez el mito de la felicidad alcanzada sólo estando en pareja sostenga que no exclusivamente lesbianas y gays la busquen, sino que cualquier ser humano la desee. O desee simplemente que el otro lo vea a uno acompañado…

32 comentarios:

José Luis dijo...

Hola, Ale:
Tu artículo está bueno. Si bien hay dos temas principales, la carrera por la pareja y mostrarlo, tocas varios aspectos más.
Es verdad lo de los medios: por un lado provocan confusión y por otro, el positivo, hace que “en casa se hable de eso”, bien o mal.
Lo de “retener al otro”, y seguir el modelo heterosexual es cierto, eso para encajar en el mercado, o sea, así como el matrimonio con hijos entra en el mercado por lo económico, la pareja gay también se busca para encajar socialmente, por la mejor aceptación. Entonces, ¿por qué no se cuestiona la forma de vivir y la legalidad de la heterosexualidad? Por algo no se apunta, no se habla de otras relaciones distintas, de a tres personas, de a cuatro, etc.
Ahora me surge preguntarme ¿a dónde se quiere llegar en esa carrera hacia la pareja? Creo que hay una presión externa y como condición de ser visible, cuestión que justo ví en un capítulo de Queer as folk. ¿Y cómo será esto en la tercera edad? ¿Se prepara la gente en general para que cuando sea mayor pueda estar bien?
Además, si existe la ecuación sin pareja=no felicidad, también existen gays promiscuos estando en pareja. Y uno puede estar con otro codo a codo aunque los demás quieran verlo o no.
Por último, creo que está lleno de gays y heteros solos, de manera que estar solo o sola va más allá de su sexualidad, básicamente porque el ideal de perpetuidad no cierra.
Un abrazo,
José Luis.

Martin dijo...

Hola!!!!!!

Me encantó tu nuevo artículo, especialmente algo que no había pensado antes: el estereotipo gay permite que no se desestabilice la institución matrimonial.

Besossss,

Martin.

Frann dijo...

Hola Aleeeeee, cómo estás???
Me encantó el artículo! Me parece muy claro y muy interesante. Así como pones algo de lo que registras de tus pacientes gays, pones lo que aparece en los grupos de reflexión, y de paso siempre haces una conexión muy rica! Me quedé pensando también en esta cuestión de frente a los tiempos express de relación que se escuchan, de repente 3 días ya puede ser una relación????!!!! Frente a la lógica del `vestite y andate´, de repente volver a ver un par de
veces a la persona sale de la norma y puede ser el brote de una relación. Congratulations, as usual!

Abrazooooo.

Francisco.

DiegoSam dijo...

Qué bien Ale.
Todo un tema y fuera del closet, ja! Muy bueno, desde el título "te presento a mi marido", como ponerse en escena, no?, como un "mirá, yo también soy capaz de ser amado". Creo que el título sí coincide con la frase de Benedetti. Como haces entender vos, eso creo, pasa de un amor genuino, al mandato social. Todos los interrogantes que pusiste son todas posibilidades, ya que como decís, es el caso por caso. Parece que "la necesidad de reconocimiento y el sentimiento de pertenencia", hacen que a veces ese amor genuino pase a un segundo plano. Como decís vos, el promiscuo estaría mal visto por el Otro, entonces pongo en escena un marido para pertenecer y no ser mal visto ni denigrado. Lo mismo que las mujeres, la puta por un lado y la señora por el otro, siempre respetada y valorada; si tiene que convertirse en Doña Rosa esclava, como asexuada, no importa. ¿Podría ser que el gay tendría que mostrarse asexuado en muchos ámbitos, como lo exige la iglesia o en lo laboral? Para la pertenencia entonces quedaría o ser asexuado o tener marido. ¿Y las solteronas calentonas? Mmmm. Este tema que sacaste me moviliza mucho, jajajaja. Muy bueno Ale! Besos.
Diego.

facu dijo...

Ale:
me encantó la nota!! Me pareció muy buena. Me sentí identificado! Jajaja. Es cierto y destacable que aunque el amor sea universal, no hay un único modo de relacionarse. El vínculo afectivo-sexual de dos personas del mismo sexo es una más de las parejas disidentes -por ende criticada y boicoteada- a la heterosexual.
Abrazooote!

Facundo.

graciela dijo...

Muy buena la nota Ale!!! Me encantó. Y no solo es aplicable a los varones, sino que creo que a las mujeres lesbianas también nos identifica. Te cuento un chiste que circula entre nosotras que dice: ¿Sabés lo que lleva una lesbiana a la segunda cita? El camión de mudanza!!! Jaja.
Te mando un beso enorme! Graciela (Coordinadora grupo reflexión de mujeres de PUERTA ABIERTA a la diversidad).
Grace.

Alejandro dijo...

Muy bueno Ale, me gustó mucho la parte en la cual decís que “la pareja no cura todos los males…”, “Primero se tiene que estar bien con uno mismo, sentirse preparado, valorado uno para proyectar algo de a dos (o más)”, creo que eso es algo fundamental antes de comenzar cualquier tipo de relación, ya sea gay o hetero. Un abrazo!
Alejandro.

Nachus dijo...

Hello Ale!!
Estoy así como suspirando y sacándome unas lágrimas que me desbordaban la cara cuando leía tus líneas. Supongo que yo también he follado con uno y otro y otro sujeto creyendo que follar iba a hacerme sentir un poco menos solo. Es verdad, estaba equivocado. Más de una vez en un lecho ajeno he abierto los ojos sobre la madrugada para preguntarle a un techo extraño si era aquello lo que realmente deseaba. No sentía culpa. Era más bien ese sentimiento más profundo de querer sujetarle la mano al otro frente al mundo y gritarle justamente - este es mi marido - no me importa nada de lo que digan, porque yo lo amo y él me ama y el mundo se puede ir a cagar.
… Pero construir ese vínculo es algo mucho más complejo, verdad? qué se yo. Supongo que es lo mismo cuando uno le dijo a su mamá que era gay, supongo que apretar la mano de tu novio adolescente cuando lo decías te hacía sentir mucho más fuerte, que cualquier batalla estaba ganada porque ese amor te sostenía. Supongo que eso es lo que buscamos, es ese amor (concreto o imaginado) el que te hace sentir que la lucha es legítima, que podes seguir camino levantando la cabeza frente a los que todavía no lo entienden. Ese amor te sostiene en la diferencia, en el resto, en el conjunto. Conjeturo que si pudiera decir frente a la mirada del otro - este es mi marido - todo la tierra sería mía. Je je. Ese sería el sentimiento.
Después están los estereotipos y el circo de la televisión. Pero aquí, en mi corazón, que es desde el único que hablo, mostrar a mi media naranja y pegarle la pancarta de marido sería como ir por la calle sonriendo, como levantando la bandera del orgullo, el puño del triunfo contra la soledad. Felicidad, allá vamos, diría. En fin, a donde queremos ir todos.
Un abrazotote.
Excelente artículo. Felicitaciones.
Nachin.

Jorge T dijo...

Ale,
como siempre sustancioso y con varias líneas para pensar. La primera y de eso estuvimos hablando el otro día, está el tema de “a los tres días” que vuelve a resonar, más en el ambiente gay, una cuestión no tanto de rótulo sino algo que tiene que ver con la velocidad de armado de vínculos como si alguien pudiera ser marido, amigo, u otra cosa del otro al tercer día. Creo que hay una dificultad en la espera que es notoria, como si fuera necesaria cierta captura del otro bajo el rótulo o etiquetado. Por otro lado pienso que presentar al otro, hacer salir del closet al vínculo con el otro al menos para mi implica también un tiempo de maduración de este vínculo porque sino pasaríamos presentando maridos todas las semanas sin ni siquiera saber cómo fluirá esa relación en el tiempo, lo que me lleva a otro tema que es el de la idealización inmediata que permite la certeza que “ese es el que buscaba” y entonces amerita la presentación y la famosa caída posterior en la cual este marido a los tres días no era el que pensamos o quisimos creer. No olvidemos que el señor Lacan decía que el amor “es un juego de engaños”, siempre al inicio mostramos uno y nos muestran otro que no es, por eso la necesidad del tiempo, para que a decir de otro psicoanalista “cuando besemos al príncipe y se convierta en sapo sigamos a pesar de todo, eligiéndolo” creo que en ese momento podamos nominarlo marido, y comenzar la salida del closet de la relación, sino creo que hay una inversión de términos: primero presento, después lo conozco. También adhiero a que hay algo de la sensación de soledad, de abundancia de relaciones express, casi anónimas, que también facilitan esto y entiendo que es tentador pensar en el marido si conocemos a alguien interesante y que se muestra interesado entre tanto señor que después de tener sexo sale corriendo terminando de vestirse en el pasillo del edificio. Para finalizar creo que el armado y sostenimiento de un vínculo es un trabajo enorme, especialmente el amoroso. Un abrazo.
Jorge T.

Roberto C. dijo...

Ale, no solo leí en este portal la nota que escribiste, sino que la recibí a través de un grupo gay de yahoo que no se bien si el origen es de Argentina, pero casi todos los participantes son de América Latina, por lo cual te va a leer muchísima gente.

Me gustó mucho lo que escribiste, diste un panorama general y profundo de este aspecto de nuestras vidas. Es un tema fuerte para tocar y lo hiciste con gran claridad e inteligencia.

Te mando un beso grande.

Roberto C

Carlos K. dijo...

Como es habitual, Alejandro Viedma nos deleita con un análisis prolífico, multilateral y didáctico.
Sus reflexiones abarcan distintos aspectos de toda la “temática gay”, y cubren aspectos muchas veces poco pensados, pero bien vale la pena incluirlos.
Alejandro Viedma sigue deslumbrando (cada vez más) por su agudeza y análisis crítico.
Bien por él y nuestra gente.
Carlos K.

Fernando dijo...

Hola Ale, como siempre lo que escribís me deja pensando, muy bueno.
Aprovecho para saludarte, recordarte mi afecto, ah!!!! Y para decirte que tengo nuevo marido!!!! Tengo que presentarlo!!!! jajaja.
Un abrazo enorme y saludos para todos los del grupo que coordinas tan bien.
Fernando H.

Roberto S. dijo...

Ale Viedma; muy interesante y muy tierno… Parecería que también en esto seguimos el modelo tradicional, aún cuando hoy personas deciden permanecer solas -y otras que no tienen más remedio- una buena parte de la comunidad gay necesita el marido. Claro que es más lindo estar acompañado, pero para que esto resulte tenemos que tener algo en nosotros, tenemos que tener algo que ofrecer y saber claramente que hay una invitación a pensar sobre algunas cosas… Gracias Ale Viedma, un abrazo.
Roberto S.

Pablo M. dijo...

Muy bueno el artículo Ale.
Un abrazo
Nos vemos el jueves en el grupo.
Pablo M.

rafael dijo...

Hola Ale!
Me encantó el artículo, está muy bueno.
Coincido con muchas de las explicaciones que enumeras: las ganas de reafirmar que esta vez va en serio, que no somos tan reventados como algunos creen, muchas veces se dice adelante del actual para marcarle que él es diferente a los predecesores, etc.
En el tema del casamiento mediático, estoy con los que piensan que ayuda a hablar del tema y a ayudar para que la sociedad de a poco entienda que tenemos una identidad y una función como pareja, y no solo como individuos.
Abrazo
Rafael

Marcelo Zel dijo...

Hola Ale querido,
me parece que es un tema muy actual el de tu escrito y toca algo muy sensible en estos tiempos. También creo que como vos planteas hay muchas cosas en juego, más allá de las cuestiones subjetivas de cada uno/a me parece que hay como una superposición de significados en esto de "estar en pareja", donde los medios de comunicación juegan un papel importante y también la agenda de las organizaciones de los colectivos, entre otros actores sociales.
Intentaré dar cuenta de algunas variables que me parecen importantes para la pregunta de tu nota (título que me gusta mucho, por otra parte): "es mi marido", "es mi novio" o es "mi pareja" implican una serie de cuestiones que hemos aprendido a juntar (amor, encuentro sexual, compañía, monogamia, etc.), seguramente debido a las causas que vos muy bien enumeras desde el tener a alguien para mostrar a los demás hasta constituir un mecanismo defensivo como manera de enfrentar la soledad.
Ahora bien, lo que me parece importante señalar es cómo hemos ido construyendo un modelo específico para nuestras relaciones afectivas y cuáles son las consecuencias de ese modelo. Planteado en otros términos sería: para nuestras relaciones afectivas, cuáles son las maneras más aceptables y aceptadas por nosotros/as como integrantes de un colectivo y cuáles son las maneras aceptables y aceptadas por el resto de la sociedad. Y en este punto lo que noto es algo así como una asimilación de las relaciones afectivas de las personas integrantes del colectivo LGBT a un modelo normativo que privilegia no solo la exclusividad del vínculo (aunque sepamos que esa exclusividad ¿monogamia? suele ser más declamativa que real), sino también una consideración que desvaloriza otras formas de relaciones. Y esto sí me resulta preocupante en el sentido de que pareciera que las relaciones afectivas deben ser de una determinada manera (esta manera aparece apoyada por algunos mensajes de los medios de comunicación, los casos de Piazza y Florencia de la V que vos citas me parece que van en ese sentido).
Sin dudas necesitamos, todos/as lo necesitan, algún parámetro o referente desde dónde poder construir las relaciones afectivas y lo que tenemos a disposición es la pareja heterosexual, está en las posibilidades de cada uno/a de nosotros/as (y en nuestros eventuales (o no) "compañeros/as") poder de-construir esa cosa llamada pareja, para darle nuestro propio sentido.

(continúa en comentario 17)

Marcelo Zel dijo...

(viene de comentario 16)

Una de las preguntas en este punto sería: qué posibilidades reales tenemos para poder realizar esta deconstrucción cuando desde todos lados se trata de posicionar un modelo determinado como el (políticamente) correcto. Acá es donde noto que hay pocas posibilidades para esta deconstrucción y muchas veces tratamos de dar nombres a nuestras relaciones que no siempre se ajustan al tipo de vínculo real que estamos entablando con la/s otra/s personas con la consecuente carga de dolor, frustración y demás sentimientos negativos. En esta cuestión también se juega lo que te decía más arriba en relación a las agendas de las organizaciones LGBT y su lucha por el reconocimiento del matrimonio legal en la medida que esa lucha tiene que ver con posicionar una forma específica de relación afectiva.
De esta manera, medios de comunicación, organizaciones LGBT, y también valores socioculturales como el individualismo, el consumo, etc., colaboran en distinto grado y por distintas razones en que se haga hincapié en una manera de relación en detrimento de otras.
Como señalas, pareciera que una persona que está sola es percibida casi como un extraterrestre.
En definitiva creo que todos/as buscamos ser felices pero no hay un único camino para llegar a serlo, algunos/as logran armar una pareja (dos personas que dicen amarse y comparten parte de sus vidas juntas conviviendo o no bajo un mismo techo) pero otros/as recorren otros caminos en su búsqueda de la felicidad. No estoy en contra de ninguno, en todo caso no me quiero resignar a pensar que existe una única forma de vivir enamorados/as.
Bueno, esto es algo que vengo pensando y que en tu nota encontré elementos para seguir cuestionando (me). Está bueno esto de pensar (y decir) en conjunto.
Te quiero mucho. Beso grande.

Marcelo.

pd: este tema da para más de lo que te estoy poniendo porque toca cuestiones muy sentidas de cada uno de nosotros/as y creo que está bueno seguir pensando e intercambiando puntos de vistas sobre él.

GusG dijo...

Muy bueno! La lectura del artículo me disparó la siguiente reflexión. En la pareja hetero los hijos actúan como elemento de cohesión y canalización del amor. En la pareja gay/lésbica al faltar los hijos, falta esa ligazón que suele mantener a la pareja a través del tiempo en base a un amor de entrega y un objetivo de trascendencia.

Por suerte la sociedad del siglo XXI admite cada vez más que parejas homosexuales formen hogares con hijos, y además esas parejas lo desean con mayor frecuencia. Si se afirma esta tendencia, veremos quizás menos parejas express en el mundo gay ? Saludos, GusG

Pablito dijo...

Bueno Ale lo tuyo es genial ,como siempre, cuantas cosas ciertas y cuantas otras cosas nos dejas para pensar.Te felicito y te mando un besote. Pablito

Fede dijo...

Hola Ale: me encantó la nota y coincido con todo. Ojalá sirva para modificar las leyes y hacer el bien común. Me interesa especialmente el tema de la aprobación social, los mandatos, etc. Si bien en términos generales parecería más fácil vivir en este mundo si uno “encaja” en lo que la mayoría de la sociedad quiere en todo sentido, me pregunto si los responsables en que el mundo progrese son necesariamente los que más encajan? Pienso en Beethoven, Chaykovsky y otros tantos “desencajados”…
Creo que lo verdaderamente importante es ser felíz sin hacer daño a nadie, y eso puede lograrse encajando o no, según como cada uno se lo tome. Si para encajar hay que ir en contra de la naturaleza de uno mismo, me parece ridículo, es ser esclavo de hacer feliz a los demás y no a uno mismo, o sea ser esclavo del closet. Se puede estar bien y ser feliz solo o acompañado, mostrando al mundo o no la realidad que cada uno vive, con o sin la aprobación de la mayoría.
En la carrera por conseguir constantemente la aprobación de los demás en cualquier aspecto de la vida, creo que existe cierta inmadurez e inseguridad de quienes la practican, pero también existe inmadurez en los que constantemente necesitan transgredir con violencia a la sociedad, como si quisieran que todos se adapten a uno, o sea a su imagen y semejanza.
Entiendo que según la personalidad de cada ser humano, puede resultar muy importante el reconocimiento social o no. En mi caso es algo re importante, y me gustaría lograrlo con el arte, así como otros lo hicieron descubriendo una vacuna o una fórmula física.
Ahora lograr el reconocimiento por ser el héroe del matrimonio, el que más encaja, etc, lo veo bastante mediocre.
Lo realmente importante, creo que es encontrar un equilibrio y lograr ser felíz con uno mismo y con los demás, ya sea solo, acompañado, encajado o no. ¿Qué tal si hicieramos una carrera por ser el más “equilibrado”? jaja, Besos.

Federico G

Horacio. dijo...

¡Cuántas buenas preguntas tiene tu artículo! Tal vez, en lo individual de cada persona sedienta de “pareja express”, haya mucho impulso a la homologación con esos mandatos socioculturales para alejarse por un ratito del aislante rechazo ajeno. Tal vez se trate del poderoso deseo de ser “uno más”, supuestamente aceptado y respetado y hasta querido y amado por los otros.

Pero si pienso esto en términos de lo social, ése mismo impulso también muestra, visibiliza, reclama, exige paridad de tratamiento frente a todos los demás.

Increíble, pero poder elegir ejercer un acto de libertad, de igualdad, y un derecho que es propio de cada uno, como casarse, es algo que esta sociedad democrática aún sigue prohibiendo. El día en que el Estado deje de saquearnos el derecho a casarnos, podré pensar mejor, y elegir, si el casamiento de verdad es algo que deseo para mí.

Abrazo!
Horacio

german dijo...

Ale querido!
Me encantó tu artículo. Algunas cosas me re tocaron de cerca, calculo que por el momento de introspección que estaba dando vueltas, pero me encantó leerte, contundente y reflexivo como siempre. Avisame si sale algo más.
Por supuesto sabes que siempre te pienso, que te tengo muy presente, aunque a veces me cuelgue de los papelitos y tarde en escribir. Pero aquí estoy, mon ami, y no pienso ir a ningún lado. Jeje.

te mando diez mil abrazos.
Nacho, desde Torino again.

George dijo...

Es un tema para repensar muchas cosas. Está muy bien argumentado y fundamentado.
Lo vamos a analizar y volvemos con otro comentario.
Un saludo Ale,nos gusta mucho leer tus artículos y luego comentarlos y discutirlos.
George

Naty dijo...

Amigo!! Recien leo tu articulo y se nota el compromiso que tenes con la causa. Sos correcto y directo a la hora de exponer tus ideas, todas validas y en las que muchos se pueden sentir identificados/das.
Lo cierto es que releyendo el titulo, la pregunta es bien valida tambien para los heteros... Y tratar de responderla tampoco resulta tarea facil. Al contrario, me surgen varias preguntas, me refiero a gente conocida que ya con 30 y pico no pudieron experimentar la vida en pareja; que ocurre con esto? Que lo genera? El temor tambien atañe a estas personas, el temor al fracaso. Asi como para el gay es dificil mostrar una relacion de pareja, para los heteros dificil resulta no mostrarla.
Esto tambien se complica a nivel social: fulana/no esta de novio? No. Mmmm... No sera gay o lesbiana?? A ellos tambien les pesa este mandato social de formar una familia, casarse, tener hijos... Y si no se tiene ganas, que?? Muchos se esmeran por lograrlo sin estar convencidos de querer esto y por ende dan lugar a esa presion de la que, en definitiva, teminan siendo victimas. Hay mucha gente que sufre por ello. Y luchan hacia ese fin atravesando carreras de las mas diversas y angustiantes.
Bueno, aca fue mi comentario...
Gracias y Besos!!!
Natalia E.

SanPedroGay dijo...

Amigo, leímos tu artículo y no nos ponemos de acuerdo en las opiniones, pero todos opinamos que está bueno, que hace pensar mucho, jaja.
Felicitaciones Ale y adelante con tu proyecto.
Saludos.
SPG

Anónimo dijo...

quiero comentar que yo trabajo mucho para olvidarme que estoy solo; nunca tuve pareja, lo que me hace sapo de otro pozo. hago terapia hace años y una vez participe de un grupo como el que coordina viedma, o sea para socializar, pero no me senti comodo. veo y remarco mucho mis defectos. me interesa lo del grupo, donde se juntan y cuando?
gustavo

MAURO dijo...

HOLA A TODOS

ME HA ENCANTADO ESTE ARTICULO CREO QUE YA ESTAMOS EN UN MOMENTO EN QUE DEBEMOS SEGUIR ADELANTE.

Y A DONDE SE YO TAMBIEN ME QUIERO CASAR, ME CONTARON DE UN LUGAR EN INTERNET PERO NO LO HE ENCONTRADO.

TAL VEZ HACIENDO PRESION SE CONSIGUE UNA FORMA QUE NOS ACEPTEN COMO LO QUE SOMOS.

SALUDOS A TODOS

MAURO

Alejandro dijo...

Muy bueno el articulo es como la tercera vez que lo leo. Muy bueno ale

wex dijo...

Hola buenas tardes,
desde ya te digo q quede muy interesado en asistir a las reuniones del grupo, yo me contacto con vos, gracias desde ya.
Muchas gracias por todo lo que haces y escribis, mas adelante me comunico con tigo, un beso gracias.
Wex

Alberto dijo...

Hola, así como ponés vos q es tan importante para el gay estar en pareja, adquiere mayor relevancia una separación.
Yo tengo 45 años y estoy separándome de una pareja por casi 7 años; es difícil tomar una decisión rápida porq uno sigue conviviendo, tiene cosas materiales y afectivas en común y se le viene una mudanza en muchos aspectos.
Tendría q hablar de estas cosas en un grupo. Cuál es la finalidad y la temática del mismo? Es un grupo abierto? Cuáles son los requisitos para poder participar?
Actualmente tengo ganas de conectarme con gente del palo de otra manera.
Hasta pronto. Alberto

Francisco B dijo...

Yo tb me he separado recientemente de mi pareja de diez años! por eso quiero insertarme al mundo nuevamente. Tengo experiencia en otros grupos y recuerdo gratos momentos vividos. Alejandro, te llamaré para solicitarte una entrevista.
Francisco B

Juan. dijo...

Hola Ale!!!
felicitaciones,… tu articulo me ha traido muchas reflexiones a lo largo de mis historias de pareja…
la exposicion: hubo una vez que en mi ciudad algunos del Jet Set hacian la lista de los top ten y la publicaban, yo no estaba en ella pero habia estado con 5 de ellos y seguia solo,… un dia me senti solo y queria a alguien y vi que en aquel lugar no lo encontraria, me cambie de pais y encontre mi pareja solo 4 años despues en un tercer paìs, … con la persona menos esterotipada para mi!!! 7 años de una pareja a distancia… y mi primer compromiso monogamo…

Yo creo en el amor,… a uno mismo para poder amar saludablemente a otro o a otros…

la sociedad te cobre esteritipos… y mi familia me acepta porque me ama, … pero se sienten mas tranquilos cuando estoy acompañado… y cuando la pareja les da seguridad de que me cuidara al estar viejo,…

Otros de ella, no les pareciera importar, … hasta sugieren que sea padre soltero…. ….

Se que en mis genes esta el poliamor… y lo practico; mis amigas mas complices lo celebran para los otros TENGO NOVIO ( PREFIERO SER GAY QUE BI PERO NO LO DESCARTO) CON CLAUSULA DE FIDELIDAD (la de los 7 años la cumpli) y por lo tanto ESTOY MONOGAMO, sin embargo a FAVOR DE TODOS LOS MODELOS, NUNCA TUBE ANTES PROBLEMA CON LA CLANDESTINIDAD Y LA DUBIEDAD, PERO UNA VEZ FUERA DEL ARMARIO.. NI MODO … NO ME PUEDO MAS NEGAR QUIEN SOY NI A LOS OTROS.