Familias homoparentales, familias diversas

Por ALEJANDRO VIEDMA, publicado por Periódico Queer, octubre de 2009.

En los primeros años de vida de una persona es imprescindible: la salud, la educación, el aseo, la vivienda, la alimentación y un adulto responsable, es decir, que responda a sus obligaciones asumidas, acompañando a la construcción de la personalidad y la subjetividad de ese/a niño/a, ya que la indefensión humana existirá hasta que haya un Otro que venga a su encuentro, un Otro comprometido e implicado en su función de sostén.

Más allá de la orientación sexual o identidad de género de los padres, en el plano parental siempre se deberá apuntar a la protección del niño/a, a la contención que se le brinde, respetando la asimetría respecto a la edad de ese/a niño/a y de los adultos.

La función de sostén se irá construyendo, no está desde el principio. Las funciones materna y paterna se edifican más allá del sustrato biológico. El deseo de hacerse cargo de un/a niño/a surgirá mientras el adulto ofrezca parte de su narcisismo en pos de un otro, ponga montos de su libido en otro lugar, condición excluyente para poder formar parte de o fundar cualquier grupo humano, como una familia. Sólo de tal manera esos padres triunfarán, saldrán adelante aún con los obstáculos que se les presenten en lo cotidiano, desde el amor, condimento curativo, de salvataje, elemento fundamental que debe emerger e intercambiarse en una familia.

La familia no es un hecho prefijado, sino que está rearmándose constantemente en movimientos de encuentros, desencuentros e intercambios (de afectos, sexo, cuidados y otros elementos que hacen a su unión), intercambios y movimientos posibilitados por una base de estabilidad, como la instauración de la prohibición del incesto, o de mensajes que marquen ley, orden, límites, y en su interior se establecen distintos roles, posiciones, funciones que no poseen carácter de fijeza.

Modificando lo discursivo
El debate acerca de las familias no tradicionales merece tener lugar porque es abarcador de muchísimas cuestiones que atraviesan este campo. Para ello es fundamental que volvamos a apuntar a la noción de diversidad en general y en particular remarcar la diversidad en las subjetividades, en las sexualidades, en las familias, hasta en lo homoparental. Creo que es importante referirse a las "familias diversas", o a “la familia” a secas, y dejar de nominarlas desde la etiqueta de homoparentales, "nuevas", etc. (aunque al principio dichas nominaciones sirvieron y todavía están provocando la visibilidad de estos grupos), ya que si hablamos de diversidad, no precisamos rotular.

Ya es tiempo de dejar de considerar a estas familias como "diferentes", pues si entran en el universo de la diversidad, ¿diferente a qué? ¿A quién/quiénes? Además, si estamos atravesando la época de la caída de los modelos, no debiéramos proponer una situación, sujeto o grupo diferente a algo como ideal, jerarquizado. De lo contrario se seguirá pensando en torno a un modelo a reproducir y lo que se aparte de éste será algo descarrilado, adverso, diferente a ese modelo y no se tendrá en cuenta que somos diferentes pero entre sí, entre todos y todas nosotros, los seres humanos.

Marco legal y sociocultural
Lo distintivo para estas familias argentinas es la falta de un marco legal, lo cual las sitúa como ciudadanos de segunda, sello externo, y no algo intrínseco per se a dichas familias. No es algo inocente por parte de la sociedad que se las rotule de esa forma, una cosa es que se las tilde de diferentes y por eso se las des-enmarque legalmente, sólo visibilizando a estas “otras” familias para apartarlas, como la contra cara de la “normalidad”, y otra sería tomarlas como una entidad más en un grupo amplio, lo que equivaldría a no discriminarlas, a ampliar estos microcosmos para que socio/legal/culturalmente se fundan en el cosmos de la totalidad de las incontables familias.

En el 2009 en la Argentina el matrimonio entre personas del mismo sexo aún no está legalizado, lo cual implica que una pareja de lesbianas o de gays no pueda adoptar, y con este panorama no se tiene en cuenta que desde el campo jurídico se debe tutelar a las personas, sobre todo a los menores.

Las organizaciones familiares emergentes desafían, al visibilizarse y luchar por los mismos derechos para todas y todos, a la heteronormatividad ordenadora e impuesta, con vínculos endogámicos. Al haber una falta de ajuste con las realidades del presente, se brega por la deconstrucción de un modelo familiar único y obligatorio.

Un párrafo aparte merece la noticia que recibimos el mes pasado de nuestros vecinos uruguayos: el Senado aprobó la ley de adopciones que contempla que las parejas homosexuales unidas civilmente puedan adoptar, así Uruguay se convirtió en el primer país latinoamericano en aprobar una ley que iguala las condiciones para la adopción.

El terapeuta ante estas demandas diversas
Las configuraciones familiares diversas, estos lazos que se construyen en grupos conformados por dos mamás, dos papás, madres transgénero, madre o padre soltera/o lesbiana o gay, etc., nos hacen a los analistas reformular ciertas teorías y conceptos provenientes del psicoanálisis.

Lo principal para que un niño se desarrolle de manera sana es que reciba amor y estabilidad; ser madre o padre implica tener la capacidad de brindar afecto y educación. Por otro lado, tener una orientación sexual hetero no es una condición sine qua non para ser una buena madre o un buen padre, puesto que el funcionamiento saludable de las familias dependerá de las dinámicas que se establezcan en sus interiores y no de las estructuras de las mismas.

Lo que el terapeuta debería interrogar es qué lleva a cada sujeto –padre o futuro padre- al deseo de un hijo y cómo será alojado este último. El sexo biológico y la directa asociación a ciertas conductas de género no tendrían que ser parámetros para mensurar cuán buena es una persona como madre o padre, y sí su idoneidad por ejemplo para la adopción, lo cual conlleva capacidades y estilos adecuados, como la comunicación y las normas.

Siguiendo los lineamientos de Freud y Lacan, considero que los analistas no debemos retroceder ante la subjetividad de nuestra época y quien no trate de entenderla tendría que pensar en dedicarse a otra cosa, debería renunciar a atender a estas demandas si su rigidez está signada por un ideal de familia a alcanzar. Las familias diversas nos brindan a los profesionales de la salud mental mucho material, nos presentan desafíos. Lo contrario a abandonar antes de empezar es trabajar como lo hacemos en Puerta Abierta a la diversidad: posicionándonos como analistas del caso por caso, trabajando primeramente nuestros propios prejuicios, combatiendo miedos, mitos, (in) formándonos constantemente, leyendo estudios y casos, interactuando con otros profesionales (abogados, docentes, etc.) de distintas disciplinas involucradas, para poder alojar correctamente a esos discursos, a esas historias.

Para concluir, tomo el hacerse cargo amorosamente de un otro como un acto ético, un acto de amor, porque amar es responder sin salirse de uno, sin desdibujarse, pero priorizando al otro. Esto implica una buena función de sostén y de paternidad: al niño/a se lo/a debe respetar en sus elecciones y tiempos, acompañarlo/a, escucharlo/a y contestarle lo que pregunta, responderle algo, que no es lo mismo que cualquier cosa, responder, en fin, con mucho más que palabras.

8 comentarios:

María R dijo...

Esta muy bueno!!

Te mando un abrazo!

María

PD: bien lo de referirse a “niños y niñas”… porque “Menores” está siendo considerado discriminatorio, porque describe haciendo referencia a un “otro”

Grace dijo...

Excelente el articulo Ale. Nos vemos hoy, besos! Grace

Nachus dijo...

Ale!!!!!!!!!

estuve leyendo tus artículos, y los disfruté tanto que luego volví a releerlos. Y creo que con eso te digo todo. El artículo de familias homoparentales es fabuloso.

Abrazote colosal.

Nachus.

Apolo dijo...

Muy buen artículo. Te sigo leyendo.

Darío dijo...

Hola a todos:

Muchas personas creen que el ser familia solo tiene que ver con lo reproductivo...
Para mi ser familia es mucho más profundo aún, ser familia es poder elegir con quien uno quiere compartir su vida. ¿Acaso no existen matrimonios que no deciden tener hijos? ¿Esto no los hace familia? O aquellos que los tienen y no gestan el ser familia en sus hijos. ¿Quién dijo que hay que tener hijos para ser familia?
Para mi dos ya son familia, y con un hijo se agranda la familia. Todos tenemos derecho a ser felices, parece que la gente no entiende que hay un proyecto de felicidad para cada persona. Y la iglesia o la gente que la conforman pretenden que creamos en las leyes del hombre... La iglesia es santa y prostituta y así lo dice SAN PABLO en el Evangelio. Pero es mejor que veamos la parte Santa y no la parte Prostituta.
Dios no va a juzgar con quién te acostaste, si con un hombre o una mujer sino que va a ver cuánto amor pusiste en eso que quisiste construir. Para quien crea en dios, no puede decir que dios está en contra de esto. Dios estará en contra de los que juzgan y no miran el corazón de quienes sentimos diferente, porque son esos los que no creen en un proyecto de felicidad para sus vidas, entonces, no pueden ver que también existe un proyecto de felicidad para nosotros. Nacimos para ser felices y también ser familia. Quizás no le tendremos que llamar Matrimonio sino UNIÓN. Pero nadie tiene derecho a decir esto:

"A fin de que la unión alcance el nivel de matrimonio, deben existir dos ovarios, un par de trompas y un útero capaces de alojar al embrión; y el padre capaz de fecundarlos; y los homosexuales no son mujeres, aunque quieran falsear la naturaleza de las cosas".

Este personaje de la editorial nefasta que publicó el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca no entiende que para ser familia solo tienen que haber dos personas dispuestas a amarse y respetarse de por vida o el tiempo que dure este amor...
Ser familia también es respetar al que tengo al lado y ser lo más fraterno que podamos. No me dejo anular por estas cosas, aún sigo y seguiré creyendo que voy a formar mi familia y que hay un proyecto de felicidad para mi vida como para vos...

LES ENVIO UN GRAN ABRAZO A TODOSSS!!! lOS ABURRI?

Besos!!!
Darío

R & P dijo...

Hola Ale! Como estas tanto tiempo? Queriamos escribirte para contarte un poco lo bien que estamos, contentos con la nueva casa y nueva vida!! Y nuestro hijo. Te mandaremos una foto para que lo conozcas!!
Hemos armado una hermosa familia homoparental!!!!
Desde ya, te volvemos a agradecer por todo lo que nos ayudaste y apoyaste en la terapia para que hoy podamos estar tan felices juntos. En breve se viene el casamiento!! Ah, mira que vas a ser el padrino. Vos bien? Abrazos!!

Raymoon y Pabl

Antonia dijo...

Alejandro: como técnico en salud pública, admito de interesantísimo tu artículo.
Hay un sólo ítem que disciento con lo expuesto: y casualmente ayer en mi consultorio escuchaba en vivo a las 3 de mi país, el posible paso que dá Argentina al permitir casamiento entre homosexuales.
Antes que todo, te diré que respeto en lo más profundo a éstas personas, hasta el punto que creo, son seres increíblemente tiernos cuando ven que tu predisposición para con ellos es sincera y pura, son exelntes amigos.
Un matrimonio "normal" trae a la vez un compromiso "legal" de educar y criar hijos.
Basada en profunda formación cristiana y ética, sostengo que no hace la diferencia haber dado hijos al planeta, sino saber cómo educarlos.
Permitir la adopción acarrea, desde mi óptica, una limitante extremadamente delicada para el o la niña producto de la adopción.
Creo no será ir a los colegios y enseñar a la comunidad el modo de tratarlos, esto se vuelve tan complejo, que definitivamente terminarán en un reducido grupo de sus "iguales" de nuevo.
Admito que desconozco temas de psicología; que se casan? Me parece correcto, pero que adopten hijos???
Soy mamá sola. Crié y eduqué 3 hijos, sin el referente paterno que es lo "normal", sin embargo, están con 20, 17 y 15 años, creo sin rastros de necesidades en ése sentido.
No es sólo la figura "paterna" o "materna" lo que necesitan los hijos, sino debes sumar ahora y desde el vamos, en éstos grupos, la marginación y la malintención de los demás en querer por todos los medios inmiscuirse dentro de ése núcleo.
Si en familias corrientes tenemos problemas de comportamiento en nuestros hijos, aún más en ellos sumarían otro componente altamente cargado de mucha carencia.
Desde el punto de vista religioso "hombre y mujer se unirán", y reitera "mujer y hombre se unirán", una sentencia doblemente fuerte. Está en la Biblia.
ES UNA LEY DEFINITIVA
Y LA ÚNICA QUE ADMITE CON ABSOLUTA CERTEZA LA UNIÓN DE DOS PERSONAS. PARA EL FIN QUE FUERON CREADOS.
Afectuoso saludo y
reitero:
hermoso trabajo Ale!!
Adelante!!!!!
Antonia

marina mx dijo...

Ale:

Mil gracias por esta información, mi mujer y yo la necesitábamos con URGENCIA! =)

Oye, aprovecho para decirte que ella te estuvo escuchando hace dos semanas cuando te invitaron a una radio, de hecho envió saludos pero al parecer ya te habías retirado del programa.

Please mándame buenas vibras para que todo siga bien! Tener un ex en guerra, criar 4 niños sola, enfrentar a la sociedad mexicana con una nueva pareja mujer y madre no es sencillo...

Espero tu respuesta y ya intercambiaremos puntos de vista!

Saludos y besos p VOS"!

Marina =O)